jueves, octubre 21, 2004

VACÍO

Llueve y graniza, y el agua en sus distintos estados lo llena todo. Todo, menos a mí, que me siento absolutamente vacía. Ojalá sea cosa del síndrome premestrual y no, como temo, producto de la soledad más presentida que presente. El té que me estoy tomando, o mareando con la cucharilla y mirando, más exactamente, necesita leche, aunque sea una poca, para que me sepa bien. Así, solo, me resulta bastante poco saboreable. Mis días, sin un poco de él, resultan también insípidos a la larga.

¿Por qué mi corazón escoge siempre caminos tan complicados? Deberías dejarle y buscarte alguien que te de lo que quieres/lo que necesitas, me dicen a veces.Pero, es a él a quien quiero. Tan mala idea es obligarse a estar con alguien por compromiso como dejarle por razón de conveniecias.

A veces, hago lo que quiero, la mayor parte del tiempo hago lo que debo hacer. Menos mal que ponerle leche al té solo depende de acercarme a la nevera un momento.

Zirbêth