domingo, diciembre 06, 2009

ESTA BOCA ES MÍA

Las mudanzas uno sabe cuando las empieza, pero no cuando las termina. Esa es la frase que ahora mismo domina mi vida. Hace ya un mes, encontré piso y pagué la fianza, aunque no podía mudarme allí hasta empezar Diciembre. Pero, entre unas cosas y otras, todavía no lo he hecho: esas cosas, unas y otras, son la falta de tiempo y energía y la falta de pintura, que ayer se nos acabó cuando ya nos quedaba nada para terminar y hasta mañana no podré comprar más.

Así que el martes me dedicaré a terminar de pintar y empezar a limpiar, cosa que terminaré el sábado que viene, después de volver de Barcelona, a donde iré para la cena de Navidad. Es obvio que me muero de ganas de terminar.

Swguramente, los cuatro días que me he cogido a principios de año me vendrán de escándalo precisamente para terminar lo ya empezado y que mi vida vuelva a estar en orden. Porque voy a necesitar mucho orden para seguir adelante yo y sacar adelante mis proyectos.

Mi piso es pequeñito: un dormitorio de unos nueve metros cuadrados, aunque luego debe tener como tres más en armarios empotrados; un salón de doce metros cuadrados con una cocina americana de apenas dos más, aunque tiene hasta labavajillas; un baño estupendo con una bañera aún más estupenda aún, para esta maniática de las duchas que no quiere renunciar, sin embargo, a tener la posibilidad de darse una vez al año un baño relajante y largo. Lo que menos me gusta del piso es que tiene la calefacción y la caldera de agua caliente eléctricas, y eso ya sabemos todos que puede traducirse en mucho gasto en cuanto te despistas. Lo que más, que es un edificio moderno pero tipo corrala, con lo que mis ventanas dan a un patio interior y no entra ningún ruído que me impida dormir a pierna suelta.

A este pequeño espacio, vamos a venir a vivir mi gata y yo, y en el mismo día, seguramente, se nos unirá Gato, el minino de mi excompañero de piso, que desde que su amito trabaja lejos de casa y tiene que pasar la mayor parte del día solo, lo está pasando muy mal. Yo tampoco pasaré mucho tiempo en casa, pero al menos estará con la gatita de su amor y juntos se harán mucha compañía. Y me la harán a mí, por las noches y los fines de semana.

Estoy contenta, y a la vez un poco asustada, lo admito. ¿Llegaré a fin de mes? ¿Llevaré bien la soledad los fines de semana? Dentro de poco lo sabré, de eso no cabe duda.

De momento, estoy impaciente por terminar esta maldita mudanza, de pintar, buscar muebles, gastar dinero y de importunar a mis amigos en busca de ayuda. Impaciente por llegar a casa del curro y que sea mi casa, con mis cuatro muebles, mis dos gatos y toda la intimidad que necesito.

Am, y un sofá cama para quienes vengáis a verme y os de pereza volveros a casa a dormir.

Zirbêth.

3 Comments:

Blogger Peloxo G said...

Bien!!
Un sofa para estar todo un finde viendo peliculas!

6:41 p. m.  
Blogger Old.Urobros said...

Hello linda!

¡Que guay! :) ¿Y la cena en Barcelona? Wala!!

Jeje

Besitos

11:02 a. m.  
Anonymous luisfe said...

Me alegro de que sigas bien.
Un fuerte abrazo.

LUISFE

8:28 p. m.  

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