jueves, febrero 21, 2008

SÍ ES EDIFICIO PARA VIEJOS

Cuando por fin me instalé en mi nueva casa, descubrí que la ducha no tiene demasiada potencia (aunque eso puede ser cosa de la "alcachofa") y que el agua no sale demasiado caliente. Eso, junto con el ruido del tráfico, parecían las dos peores cosas del piso.

Lo del ruido, definitivamente es molesto. Me gusta abrir la ventana y que entre el fresco, pero es que los decibelios se disparan. Sin embargo, lo de la ducha hasta me está gustando. Agua templada o fresquita para combatir el calor, enorme calor, que desprende la impenitente calefacción.

Porque tal vez este no sea país para viejos, pero desde luego mi edificio tiene la calefacción a tope para ellos. Hace tal bochorno que tengo la ventana abierta hasta que me acuesto, duermo destapada casi toda la noche y el agua tibia de la ducha se me antoja una bendición. Me paso el día en clanclas, con ropa de verano, muerta de calor en cuanto me muevo un poco. Así que, bien pensado, no, no es un inconveniente lo de la ducha.

Zirbêth, calurosa.