MANUSCRITO
Las tapas están forradas de cuero y en estaño repujado y envejecido se puede ver la runa de Tolkien. Está colocado sobre un atril de madera, y ha estado allí durante una buena parte del tiempo. Pero he pasado muchas veces con prisas, con la cabeza llena de cosas importantes: las escenas, los invitados, el atrezzo... Por fin, un descanso. Un cartel reza "Firmad, insensatos". Yo no he firmado aún, no tengo tiempo...
Lo cojo entre mis manos, y el tacto es cálido. Paso algunas páginas, viendo las hojas llenas de dibujos y palabras de los visitantes e invitados. Al azar, abró aquí y allá. Palabras de agradecimiento, de cariño, de ilusión. No acabo de centrarme en ninguna, no sé por donde empezar. Pero una letra azul oscura me detiene. Es muy elegante y ordenada, y las palabras se inclinan ligeramente.
"Recurrir al tópico de que no hay palabras acude a mi cabeza. Lo rechazo insatisfecho. Pero, ¿cómo puedo explicar lo que siento entre vosotros? ¿Mirar vuestros ojos y reconocer un amigo al que parece que no hace un día al que dejé?
¿Saberse querido sin haber hecho mérito alguno que me haga merecedor de vuestro cariño?..."
No puedo seguir leyendo. Las lágrimas han desbordado estos ojos míos que apenas han dormido. Me quito las gafas, pues acumulan las gotas saladas. Pestañeo deprisa, busco la firma sin terminar de leer y vuelvo a intentarlo.
"¿Saberse querido sin haber hecho mérito alguno que me haga merecedor de vuestro cariño?
Sólo os diré que retornar a Númenor es en realidad un viaje al hogar querido y la seguridad de que la partida significará dejar aquí un pedazo de corazón.
Mandos"
Ya no son sólo lágrimas. Estoy llorando. Me miran y sonríen, no demasiado estrañados, porque no soy la primera ni la última en llorar estos días. Aún así, alguien se me acerca. Le doy el libro y balbuceo "mira lo que ha escrito Mandos...", y me voy.
Le encuentro fuera, casi en la puerta del palacio, y me abrazo a él. No sé lo que le digo, pero las palabras no importan, pues todo se ha dicho ya.
"Bien, aquí, queridos amigos, a la orilla del Mar, termina por fin nuestra comunidad en la Tierra Media. ¡Id en paz! No os diré: no lloréis; porque no todas las lágrimas son malas."
......
Aún no he podido leer las demás firmas. Pero sé que cada una de ellas me arrancará una sonrisa, una lágrima o ambas cosas a la vez.Muchas gracias a todos.
Porque me habéis llenado el corazón de MAGIA.
Éowyn Zirbêth Atharien.
posted by Eowyn Zirbêth at 9:40 p. m.
8 Comments:
soy la niña llorona, que no puede dejar de pensar en toda la magia que hemos vivido... he llorado como nunca hoy, con esa dedicatoria, y con muchas otras, porque he conocido gente increible y es que hemos formado parte de algo realmente increible y mágico... ójala estás cosas duraran mucho más tiempo...
Tauron ¿te lo has pasado bien?
"chiiiiiiiiiiiiiii"
:D
ha sido un fin de semana maravilloso, de verdad. Imposible describir lo bien que nos lo hemos pasado los tres. Gracias a todos y sobre todo a ti por tus desvelos.
Un abrazo
Baya, Isildur y Tauron
Gracias a todos vosotros por hacerlo posible. Me lo he pasado genial. Hacía tiempo que no se creaba un ambiente así. Y gracias por estar tan pendiente de todos en la cena que hasta tuviste que cenar y vestirte más tarde.
Olatz.
Ah!!! que sepas que te odiamos por haber encontrado una tela tan preciosa a 1 Leru el metro!!!!! grrrrr¬¬
Es mi primera Mereth...espero q no la única, y no lo podré olvidar jamás, estaba segura q la magia existia en alguna parte y lo he podido comprobar este fin de semana..muchisimas gracias por todo
pd; No solo no me arrepiento de haber ido ojala hubiese descubierto todo esto antes :)
y por cierto....QUE VIVA EL REYYYYYYYYYYYYYYY!!! JAJAJA
Maravilloso y tierno lo que cuentas. Recuerda esos momentos cuando alguien que no entienda muy bien eso de la Fantasía intente hacerte vivir en la "realidad"
Me alegra mucho, mucho que lo hayas disfrutado.
Mi querida Atharien, comenzaba el texto del mensajero Namolindë de los elfos. Y era verdad.
Seguía diciendo que largos eran los años que habían pasado desde nuestro último encuentro. También era verdad. Muy largos.
Pero por fin decidí, tras hacer mi propio viaje interior por costas plagadas de fantasmas, dar una oportunidad a ciertos recuerdos. Pensé que la mejor opción, la travesía más segura, era la Numenor. Tenía razón. Sin embargo no imaginaba hasta que punto este viaje me cambiaría.
Muchas, muchísimas gracias a los numenoreanos. Gracias por permitir que viva en la Corte de Ar-Pharazon, por dejarme sentir parte de vosotros y de vuestra historia. Y gracias por devolverme la STE.
Mandos.
Ha sido un viaje estupendo. Muchas gracias por hacer de guia.
Elwing.
Besos.
PD: Recuerda el Silmaril.
Erendis: ¿Qué tal un campamento de verano tolkiendili? XDDDDD
Baya, Isildur y Tauron: Con invitantes como vosotros, es imposible no pasarlo bien. ¡Qué bueno nuestro breve paseo por el campo! A ver si os puedo invador pronto y, esta vez, nos vamos a la playa...
Keleb-dûr: gracias a ti por venir y regalarnos tanta energía. Espero que siempre lleves contigo el "kit de convulsiones" ese del sábado por la noche, que me tengo que aprender la canción y el baile bien. Y en vez de odiarnos por lo de las relas, organizaos una visitilla y os llevo al antro de vicio y perversión de las telas.
Celebrian: Yo, no es por meter el dedo en la llaga, pero el rey perdió. Y os dejó tirados. La reina mola mucho más XDDDD. Me alegro de que te lo pasases bien, de verdad. Y ya verás como pronto podemos encontrarnos en otro punto geográfico de la Tierra Media.
Aldebarán: Muchísimas gracias por entenderlo pese a no haberlo vivido. Y gracias por lo que me enviaste. Te debo mail.
Mandos: Qué decirte a ti. Me has vuelto a hacer llorar, malvado. Me alegra muchísimo que vuelvas a la STE y que esta mereth te haya devuelto entre nosotros, pues éramos nosotros los que habíamos sufrido una gran pérdida. Y eso que hablo sólo de lo que conocía de ti, y no de lo que aún está por descubrir. Espero que tengamos la oportunidad de vernos y conocernos mejor, en esta tierra y en Arda.
Elwing: Me alegro mucho de que disfrutases. Muchas gracias por esas palabras del sábado por la noche y por el consuelo que con ellas me ofreciste. Y el Silmarill, lo tengo en casa, escondido por si los saquehobbits o, peor, los elfos noldor obsesivo-compulsivos. No lo olvidaré, descuída.
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