LA FAMILIA ES IMPORTANTE
Cada uno de los últimos cuatro días, para ir a visitar a mi abuela al hospital, tenía que pasar por un pasillo en el que, a la izquierda, estaba la puerta de la capilla del sanatorio, y a la derecha y frente a ésta, un cartel convocando a una reunión conferencia bajo el título "La familia es importante". No he pasado ni una vez sin que algo se me revolviera por dentro.
Primero pensé "¡Vaya obviedad!", supongo que porque iba con prisas y, precisamente, a enfrentarme (sí, enfrentarme) a mi familia. Qué estrés, Eru, qué estrés. Pero poco a poco fue creciendo en mí una sensación que empezó por incomodidad y que se fue convirtiendo, con cada vez que pasaba al lado, en franco mosqueo.
Hoy, he pasado con mi primo S., quien tiene una agilidad mental que ya quisiera yo para mí. Y, en un segundo, dio con la expresión de mis pensamientos, esos que yo no acaba de definir. Su enfado, más rotundo aún que el mío, quedó así expuesto en breves segundos (aunque no recuerdo las palabras exactas):
"Caramba con la Iglesia, como se las gasta últimamente. La familia importa, la familia importa... ¡menudos fascistas! A ellos la única familia que les importa es la que ellos proponen y exigen; la familia, en general, le importan un pimiento. Como la campaña esa que hicieron para que marcáramos la casilla de la Iglesia católica en la declaración de la renta "Si quieres hacer el bien, márca" (o algo así). ¿Qué pasa? ¿Qué el resto de las opciones de carácter social no son el bien? ¿Es que sólo ellos son y hacen el bien?...".
Bueno, pues eso. Estoy un poco cansada de ese totalitarismo y de lo pesados que están últimamente con su insistencia dogmática en que todos práctiquemos la doctrina del pensamiento único. De que ellos opinen constantemente desde la descalificación y el insulto, reclamando su derecho a expresarse, pero si alguien manifiesta abiertamente una opinión contraria a la Iglesia, es que están insultando y atacandoles, y se tienen que callar. Y, conste: con esto no estoy tratando de decir que la Iglesia no haga el bien, que sí que lo hace, pero no en todo, ni mucho menos.
Empezando por tratar de imponernos a todos su religión, sus valores, sus principios y su modo de vida. Y, lo siento, pero el horizonte para muchos no tiene forma de cruz.
Zirbêth.
3 Comments:
¿La iglesia opina constantemente desde la descalificación y el insulto? ¿En serio?
Después de todo, relájate, la iglesia, como cualquier fe o doctrina, es como las lentejas, que el que quiere las come, y el que no, ya sabes
¡Uy! Cuando S. llego a casa y me lo comentó todo enfadado, yo en lo primero que pensé fue en lo importante que es la famiglia eclesiastica. Luego, tras pensar que no se iban a poner tan en evidencia caí en que podían estar refiriendose a la familia contranatura como lo llamaban en mi antiguo (Gracias, Eru) vecindario.
No estoy "completamente" de acuerdo. En parte sí, es cierto, hay una parte de la Iglesia lo suficientemente fascista como para querer imponer sus dogmas, pero la Iglesia cristiana por definición debería ser lo suficientemente tolerante y amante de la diversidad como para no buscar esos "logros". Y es que, como en todo, la Iglesia no la hace la religión, sino las personas.
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