miércoles, marzo 23, 2005

ESCENARIO DEL DRAMA: CITA

Una cosa que me está gustando mucho de El laberinto sentimental de Marina es su apreciación del lenguaje y, más concretamente, del que compone el idioma castellano. Hablando con el Calvo, muchas veces, se metía con eso que tiene nuestra lengua que nos permite decir mi mismo, si mismo, etc. El lo ve como una redundancia, creo, como un sinsentido. Pero Marina lo explica a la perfección (en mi modesta opinión) al enlazarlos al significado afectivo de las palabras, y no sólo a su poder descriptivo o valorativo cognitivo. Pondré un ejemplo para que entendais a qué me refiero (porque me explico fatal, lo sé):

El desencadenante clásico de la ira es la ofensa. Quiero determe en un verbo muy curioso: ofenderse. ¡Qué palabra tan absurda! Me ofende el ofensor. ¿A qué viene entonces ese reflexivo? No es propiamente un reflexivo sino otro ejemplo de esa voz media que tanto me da que pensar. El sujeto ofendido "se da por ofendido", y en ese acto de reconocimiento en que se siente afectado por la ofensa "se ofende". La voz media indica que el sujeto se vive como escenario del drama sentimental.

A lo mejor estoy mezclando conceptos y él no se refería a eso, pero como ya no hay modo de averiguarlo...

Zirbêth.