lunes, marzo 21, 2005

EL AGUA DEL FLORERO

Si hay algo que caracterice a los seres humanos es esa tendencia suya a hacer cosas que le sientan mal pese a saber que le sientan mal. Y eso exactamente es lo que, en algún momento de la semana pasada, decidí hacer. Pero claro, es que, como tantas otras cosas en la vida, eso de sentar mal es muy relativo. Por ejemplo, uno cierra la ventana porque piensa que el frescor de la noche en pleno mes de marzo puede sentarle mal, y seguramente tiene razón. Pero segundos más tarde se demuestra equivocado cuando se deja el dedo corazón entre la ventana y el marco de la misma cuando está cerrando (impulsando ferozmente) la ventana y no consigue su objetivo de cerrar la ventana si no, más bien, de pseudocercenarse el dedo.

Pues bien, el sábado, como planeamos, nos fuimos de excursión. Más o menos. Como estamos bajos de fondos, al final nos fuimos a la Casa de Campo, que resultaba más barata que el campo genérico, al evitarse uno el pagar el cercanías hasta la lejanía del mismo. Casi que mejor, porque el día anterior había sido de esos de comilonas monumentales con efectos colaterales más que previsibles, es decir, diarrea furiosa y tapón a base de tanagel, que una no puede pasar la noche sentada en el señor Rocca, que los demás también tienen derecho.

La cosa es que nos pateamos a conciencia la Casa de Campos hasta Alonso Martínez, y cuando nos mosquemos porque no se veían casi árboles, decidimos volvernos a casa y cenar algo agradble debidamente regado de buen vino dulce. Ah, eso sí, en Petras me dejé los euros que me hubiese gastado de ir a la lejanía en cercanías, así que al final, bueno, no fue tan económico como nos hubiese gustado. Cenamos, como decía, y nos fuimos.

Para resumir, diré que la cosa constó de:
- Música friki.
- Canciones frikis.
- Conversaciones frikis.
- Gente friki.
- Una servidora preguntando todo el rato si estaba guapa (el vino dulce, decididamente, desinhibe).
- Una servidora aclarando que no preguntaba si estaba buena, sólo si estaba guapa.
- Una servidora consumiendo centímetros de piel de las plantas de los pies por abrasión contra suela de zapato de mala calidad, pero de efectos estéticos estupendos.
- Litros y litros de alcohol que, de verdad, no tengo ni idea de quien pagó, porque me gasté en toda la noche unos diez euros, incluyendo sandwich de "norecuerdoquéperoolíaapescadoytomate".
- Etc., que el alcohol tampoco me permitió un resgistro tan riguroso de los acontecimientos.

Fui buena, creo, y salvo preguntas absurdas, ni me lié ni me caí al suelo (aunque dicen que estuve cerca en un par de ocasiones...). El remate de la noche llegó cuando le monté un pollo a unos vándalos de regreso a casa. No recuerdo que les dije, pero funcionó, jijiji.

En fin, luego sigo, que me han venido a visitar.

Zirbêth.

6 Comments:

Blogger Devon Kentao said...

// jajajajajajaja, pues hasta lo que va suena bien...

y sí, la servidora es guapa... ;) //

2:06 a. m.  
Blogger Unknown said...

Esasa juergas por 10 euros, ¿dónde son?. Veo que te lo pasaste muy bien y si eres guapa y no te lo dicen, no pasa nada y si te lo dicen, pues mejor Cape Noctem!.

3:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Malaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

¿¿¿¿¿Pod que no avisas de esas juergas????

Que yo si que me hubiese apuntadooo :_( Sniffff

Besoncios Wapa

8:25 a. m.  
Blogger J said...

Oye, ha sonad muy divertido. Yo hace mucho que no me pego esas juergas, q envidia!!

12:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

no te da verguenza?

6:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

repito: ¿no te da verguenza no dar señales de vida desde tu juerga?

tu madre

6:24 p. m.  

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