EUFORIA PASADA

La verdad, debí contar la juerga completa en su momento, aunque por lo general esas cosas, contadas, pierden su gracia. Pero vamos, me sentó de maravilla, soy otra. Aunque, eso sí, la cosa duró cuatro días...

El domingo, pese a seguir medio borracha, me fui a la reunión con Oron, que se había quedado a dormir. Esperábamos encontrar allí a cierta persona para hablar de cierto tema, pero no fue así, de manera que vegetamos en una reunión bastante tranquilita en la que hubo algo de debate, pero poco más. Al final de la misma, apareció Rafa, y propuso para quien estuviese interesado jugar una partida de Stars War. Así que nada, ahora mismo soy una Zabrac exploradora, una tipa de la misma raza que el pintas aquel con la cara maquillada de rojo y negro y los cuernecillos en la cabeza. Llegué a casa tardísimo, después de las once de la noche, y con otro plan friki para el lunes: visionado de las pelis de Stars War en casa de Morniel, con cena y quedándonos a dormir. El lunes, a eso de las cinco me fui de casa y volví ayer a las, mmmm, ocho y pico de la noche. Muy interesante, tuve la oportunidad de conocer mejor a algunos miembros del smial, de estar relajada, de reir mucho, de dormir poco y de hacer amigos nuevos. En especial, Tere y Rafa, que acabaron viniéndose a casa un rato y con los que estuvimos hablando de la vida y sus misterios durante horas. Gracias a ambos, ahora mi espalda está menos tensa y soy capaz de subir el brazo por encima del hombro, jejeje.

Morniel es una anfitriona estupenda, y yo sé que soy un desastre que entiende por hospitalidad aquello de pontecómodo y sírvete tú mismo. Madre mía, si organizo una cena hobbit voy a tener que hacer un esfuerzo sobrezirbethiano.

Ves, mami, tampoco es para tanto. Sigo sana y salva y hoy he sido buena y he estudiado. Y, ahora que he soltado un poco el rollo, me voy a seguir haciéndolo.

Zirbêth.