viernes, febrero 11, 2005

HALLAZGO

Cuando alguien me deja un comentario, por lo general voy a ver su blog. Le echo un vistazo y, también habitualmente, me voy a ver sus primeros post. El primero suele ser buen reflejo de lo que vas a encontrarte más adelante. Pero como, en realidad, no creo en lo de que "la primera impresión es la que cuenta", me doy un paseo por diversos meses, al azar.

Bueno, esta mañana tenía un comentario de una persona nueva, que nunca me había comentado antes. Su blog es sobre literatura y arte. Según ella misma dice, "no existen fronteras entre formas de arte". Sé que es así, aunque en mi caso la hay y se llama soy una nulidad, me creo que soy una nulidad y no me esfuerzo por autodescubrirme la verdad, que sólo lo soy porque así me gusta creerlo. Pero en fin, tratemos de avanzar algo más allá del egocentrismo y volver a lo que os quería contar.

En ese curioseo por su blog, me he encontrado con lo siguiente, y estoy fascinada. Resulta que Lolita, la maravillosa obra de Nabokov, tuvo una precursora en un cuento de un autor casi absolutamente desconocido, nada más y nada menos que cuarenta años antes. Magda, en su blog, nos cuenta esta fascinante historia y, lo que es más, nos ofrece la posibilidad de leer el cuento original de Heinz Von Lichberg. Yo, os facilito el enlace, y me voy a leerlo. La verdadera Lolita.

Zirbêth, fascinada.

Pd/Por cierto: gracias Magda por darme tema del que hablar.