lunes, mayo 24, 2004

EL QUIJOTE

Pues sí, me averguenza decirlo, pero aún tengo esa deuda de honor con nuestra literatura. Pero he empezado a subsanarla. Primero, me compré una edición enorme y muy incómoda de leer en la cama y de llevar al trabajo la última vez que estuve en España, por el increíble precio de 3 euros (tal vez debería decir "insultante", porque luego te vas a por cualquier basura mal llamada literatura, pero con el apellido de bestseller, y te clavan miserablemente; pero como soy pobre, me limitaré a disfrutar de las ventajas de los sinsentidos del capitalismo). Y luego, lo he empezado a leer...

Vale, ahora viene cuando admito que, tras un primer acercamiento, cierta obsesión imperdonable por los vampiros me alejó el mismo día de él. ¡Pero no me miréis mal! Que haya retrasado un poco esa lectura no signifca que la haya abandonado. Además, para que veáis que no todo son debilidades por la sangre, también me estoy leyendo la Ética de Aristoteles, Linux para tontos y (déjame pensar) Los griegos de Isaac Asimov, y probablemente alguna cosilla más.

Me gustaría poder decir algo más, pero es que llevo muy poco leído. Así que dejo la cita para otro día, ¿vale?

En fin, nos vemos por aquí,

Zirbeth