viernes, mayo 21, 2004

MICRORELATOS

Hace unos años, no recuerdo ya cuantos, y casi mejor así, Saruman me hizo descubrir los microrelatos. Ya sabéis, esos mini cuentos de una sola frase o poco más que, cuando son buenos, son geniales. Para que negarlo, al principio no compartí su entusiasmo. Me parecían una chorrada (es que soy de las que, o el libro pesa el cuarto de kilo o paso, que si es bueno y se acaba pronto me da mucha rabia). En esto, como en otras muchas cosas, voy siempre por detrás de él. Menos mal que es perseverante y al final siempre consigue que vea la luz. Así que ahora también yo disfruto de ellos. El ratito que duran. Snif.

Desgraciadamente, ahora mismo no tengo a mano ningún microrelato, excepto los dos que, al cabo de muchos años y sin intentarlo, me acudieron a la mente con pocos días de diferencia y sin que mediara en ello una verdadera búsqueda de microrelato. Es decir, me salieron de chiripa y no creo que si me sentase a escribir algún día uno me saliera ni de coña. Así que, allá va el fruto de mi no esfuerzo:

M1. Con él cometió todos los errores.

M2. Sacrifiqué mi último beso al altar de tus tostadas.


En fin, nos vemos por aquí,

Zirbeth