sábado, septiembre 06, 2008

CON GANAS

Cada mañana entre semana, me levanto y voy al trabajo, tenga ganas o no. A eso de las tres de la tarde, como lo que tenga para comer, con ganas o sin ellas. Voy a comprar, estudio, trabajo, ando, etc., todo con ganas o sin ellas. Escribir, me váis a permitir que lo haga sólo cuando tenga ganas de verdad.

La mayor parte de las cosas que hacemos en la vida las hacemos sin plantearnos siquiera si tenemos ganas de hacerlas. Ya he abogado aquí, no sé si en más de una ocasión, que para hacer ciertas cosas lo mejor es hacerlas sin preguntarnos de verdad si queremos hacerlas. Porque, a ver, ¿quién fregaría el baño porque tiene ganas de hacerlo? ¿Quién limpiaría la cocina, plancharía el traje del lunes, haría la comida, iría a la compra, etc., si dependiese de si tiene o no ganas?

Pues eso.

Sin embargo, escribir, y me refiero a escribir sin que te paguen por ello, es de esas cosas que uno ha de hacer porque tiene ganas. Como mucho, si uno está dudoso puede plantearse ponerse a escribir algo y, si ve que no saca placer de ello, dejarlo para más tarde, cuando de verdad vaya a disfrutar con el sonido golpeteante de las teclas o el casi inexistente de la tinta al derramarse. Escribir por escribir, es tontería.

Porque creo fervientemente en el sanador efecto de hacer todo lo que hacemos con placer, pero hay ciertas cosas que, por ser ellas mismas placenteras, no se deben forzar, a riesgo de cargarnos su potencial placentero.

No se trata de hacer sólo las cosas que nos producen placer, sino de hacer con placer todas las cosas. No sé cómo he conseguido hacerlo, llegar a consolidar ese modo de actuar es mérito de mi psicóloga en un mano a mano con mi voluntad quebrada e inconsciente. Pero es la mejor manera de vivir que jamás he conocido. ¿Me tachan de loca porque voy a la oficina y paso el día con una sonrisa en los labios y siempre estoy sonriente y feliz? Déjenme con mi feliz locura, que no les envidio yo nada su sombría cordura.

Eso sí, escribir escribiré cuando de verdad tenga ganas.

Zirbêth.