jueves, septiembre 14, 2006

ESTADOS MENTALES

Y es que no sé exactamente qué decir. Tras más de dos años de exhibicionismo emocional (qué exagerada soy), la verdad es que me siento de un volcado hacia dentro que no me reconozco. No se me ocurre nada que contar que quiera contar realmente.

De modo que, así, en general, el verano ha ido bien... salvo la parte que fue mal, que fue horrorosa. Pero ha acabado bien... salvo porque se ha acabado, claro está, y con él las cosas que iban bien porque estaban casi todas relacionadas con el trabajo en la piscina. Eran mi necesitada rutina y ahora que ya no la tengo...

En fin.

Ahora.

Ahora, de nuevo montones de cambios. Buscar nuevo trabajo, cambio de casa, cambio de color de pelo (a muchísimo mejor, un rubio cobrizo clarito que me sienta divino), en resumen, cambio de vida. Eso sí, de hombre no cambio.

Y, hablando de cambios, hay algo que tengo que cambiar lo antes posible: mi estado mental.

Así, en pocas palabras, es de confusión y una especie de desidia-barra-escudo-barra-soledad buscada. La soledad, de momento, me la voy a quedar. La confusión, en cambio, a ver si me deshago de ella de una vez. En fin, todo a su tiempo.

Para quien pueda estar interesado, mi habitación en el talan quedará libre para primeros del mes que viene: ya sabéis, ambiente friki, céntrico, cerca del metro, para no fumadores o fumadores que se vayan a fumar a la calle porque no lo necesitan demasiado... Razón, aquí.

Y, bueno, este post se acabó ya. Lo demás, para otros mejores.

Zirbêth.