miércoles, junio 29, 2005

OTRA GOTA

Aparece hoy en El Pais Educación un artículo bastante interesante titulado "Dejarse de filosofías" de Aurelio Arteta, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad del País Vasco. Os recomiendo la lectura completa del mismo, que no tiene desperdicio. Y, para muestra, un párrafo:

"[...]Parece pensarse, si cada cual tiene sus propias convicciones, o sea, unos prejuicios que han de ser respetados, por Dios; y si hay que guardarse de emitir juicios de valor, porque se supone que todos ellos valen lo mismo; y si en estos saberes, a diferencia de los matemáticos, no podemos confiar en descubrir verdades sino tan sólo en alcanzar opiniones; y si ya no es preciso esforzarse en fundar esas opiniones, puesto que nadie tiene derecho a pedirnos tal fundamento y además nos basta con ejercer nuestra libertad de expresión; y si nada hay que argumentar, pues no existe intolerancia mayor que el propósito de persuadir con razones al vecino... Si así están las cosas, ¿para qué cursar asignaturas de Filosofía, Ética o Política, quieren decirme? Bastante se hace con dejarlas subsistir en los planes de estudio a modo de ornamento exótico o, para decirlo con el término sagrado, transversal."

Todavía me cuesta mucho argumentar del modo contundente y claro en que este hombre lo hace acerca de este tema, y eso me parece de por sí prueba de lo que advierte este artículo. Aunque no esté de acuerdo con él en algunos puntos, o tal vez sea con el cómo los expresa. El problema de muchos pedagógos, de los que en un momento dado dice

"Pero si no hay garantía alguna de que la escuela acabe enseñando a leer y escribir, debemos agradecérselo en especial al despotismo tan poco ilustrado de los pedagogos. De la inmoderada invasión de esta disciplina en ministerios y consejerías, de sus infladas pretensiones académicas, de su pedante jerigonza tanto más espesa cuanto más vacía..., se ha callado durante demasiado tiempo. Lo seguro es que la obsesión acerca del cómo de la enseñanza está convirtiendo al enseñante en un técnico de la nada y al enseñado en un erial. Aprender ya no tiene que ser costoso, sino divertido; la tradición es cosa de viejos y lo que ahora mismo importa es que todos se enchufen en vena a Internet."

es el mismo que el del resto de los estudiantes que ya han pasado a licenciados. Que se les enseña de un modo demasiado técnico. La máxima preocupación no es formar personas, por más que eso digan en los preliminares de las leyes y a lo largo de todas ellas. Lo importante es que encajemos en los engranajes productivos lo mejor posible. No son las personas lo que preocupa a los legisladores, son las cifras de trabajadores versus las de parados, las macroeconómicas frente a las microeconómicas, las apariencias en papel frente a las realidades en las calles. Me parece, sin embargo, que cuando habla de que aprender ya no debe ser costoso, sino divertido, yo haría una matización al respecto: para los niños pequeños, aprender puede ser divertido, debe serlo, pero es importantísimo lograr que poco a poco se vayan dando cuenta de que aprender no es sólo juego, es algo mucho más importante y que conlleva un esfuerzo creciente y consciente. Aprender ha de ser ambas cosas, divertido y costoso:se puede hacer del aprendizaje algo serio de lo que disfrutar muchísimo: amando lo que se estudia. Para eso, el verlo tan solo como una obligación no es el mejor camino. Pero tampoco hay que malacostumbrarse. Las cosas que merecen la pena en la vida son las que más trabajo y responsabilidad conllevan.

Por cierto, el post está especialmente decicado F. De mi parte.

Zirbêth.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

cito:
"y si hay que guardarse de emitir juicios de valor, porque se supone que todos ellos valen lo mismo; y si en estos saberes, a diferencia de los matemáticos, no podemos confiar en descubrir verdades sino tan sólo en alcanzar opiniones; y si ya no es preciso esforzarse en fundar esas opiniones, puesto que nadie tiene derecho a pedirnos tal fundamento y además nos basta con ejercer nuestra libertad de expresión; y si nada hay que argumentar, pues no existe intolerancia mayor que el propósito de persuadir con razones al vecino... Si así están las cosas, ¿para qué cursar asignaturas de Filosofía, Ética o Política, quieren decirme?"

Creo que la etica, la filosofía hay q cursarlas para aprender a pensar, a pensar de forma mejor y mas profundamente, abrirnos la mente; pero no creo q el objetivo sea convencer a los demas, q lo q yo digo esta bien y lo suyo mal, nadie tiene la verdad absoluta, ni si quiera parcial, asi q yo no tengo como objetivo convencer a nadie de lo q yo opino, no; voy a intentar comprender pq él piensa de forma distinta, "soy yo y mis circunstancias", pero no solo yo, si no todos.

La gente suele a considerar q:"mi casa es la mejor, el vino de mi pueblo es el mejor, mi equipo de futbol es el mejor, mi partido politico es el mejor, mi, mi..."
y con las opiniones, ideas, pasa lo mismo; la etica, la filosofia, tiene q enseñar a q los pensamientos no son buenos depende de quien sean, sino por lo q se piense; una moral, una etica, es la base de todo lo que se quiera construir en sociedad.

y me voy por las ramas.

Es un honor que me dediques una sola palabra, una sonrisa... gracias

F.

1:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sí, es cierto, no había caído en todo el bombo que se le está dando últimamente a los pedagogos (debe ser por mis últimas actividades que estoy ya de metodología hasta el gorro).
Aprender siempre ha costado esfuerzo y dedicación. Siempre, digo, hasta ahora, que las cosas se aprenden solas (método Home English de Alpedrete de la Frontera que, mientras estás tumbado/a en la playa, aprendes sin esfuerzo los phrasal verbs del tirón...) Solamente los zoquetes nos vemos en la necesidad de pasar horas hincando codos, como somos tan antiguos....

Pá el que se lo crea, claro está. Saludos, Magu

2:00 p. m.  

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