LAS CHICAS DE ORO

No se si las recordaréis, eran la protagonistas de una serie de televisión del mismo nombre. Tres mujeres maduras muy distintas entre ellas que vivían juntas con la madre anciana de una de ellas (que resulta que era la más joven de las actrices, pero iba estupendamente caracterizada). La abuela siempre decía: "Sicilia, 1922, una hermosa campesina...", y luego continuaba contándote algún episodio de la Historia de la humanidad que, sin duda, ella no vivió, y su hija, Dorothy creo que se llamaba, la mirada desde su altura arqueando una ceja. Dorothy era la más racional, Blanch la más seductora y, no recuerdo el nombre de la otra, la que era de "Senolaf", era la inocentona.

Ya hace mucho que no ponen esa serie. Me gustaría tenerla, me gustaba mucho. Y eso que yo era un coco todavía, pero las actrices eran geniales y las situaciones me resultaban muy divertidas. Y hay una situación de esas que se me ha quedado grabada y que uso de vez en cuando. No recuerdo bien el capítulo, pero dos de las protagonistas habían reñido, tal vez madre e hija, y al final se abrazaban y se decían lo mucho que se querían y lloraban a moco tendido, hasta que Dorothy decía: "Bueno, ya está bien, o alguien va a llamar a la brigada anticursis".

Yo digo eso de vez en cuando, cuando como con Raquel, anoche, nos decimos por teléfono lo mucho que nos queremos y nos necesitamos, y la cosa a veces raya la lágrima y suelto, "mejor dejarlo, o alguien va a llamar a la brigada anticursis". Juro que no lo hago para interrumpir momentos afectivos, sino para sacar una sonrisa o, al menos, intentarlo.

Déjame que te diga, Raquel, que todo va a ir bien, que eres tan fuerte que me dejas asombrada, pero que si ves que tus fuerzas se agotan puedes dejarlo todo y empezar de nuevo, y nada de necesito el dinero, que bien sabes que es sólo secundario. Pocas mujeres he conocido que sean tan hermosa, intensa, inteligente, decidida, valiente, emprendedora, cariñosa, complicada, etc., como tú. Gracias por brindarme tu amistad hace ya tanto tiempo, en aquel verano perdido. Te quiero mucho, muchísimo, y bien lo sabes, aún cuando no pasamos juntas demasiado tiempo.

Bueno, y ahora lo dejo, porque seguro que alguien ha llamado ya a la brigada anticursis.

Zirbêth