viernes, diciembre 30, 2005

DE LAS MEJORES

De las mejores partidas de rol de mesa que recuerdo, fue una en que jugamos mi primo Saruman y yo con un amigo. Éramos tres personajes, creo, un troll, el personaje de mi primo que creo recordar era humano, y mi soldado Arlin de Vries. La partida, de unas cinco horas, empezó con nosotros saliendo de una población (no recuerdo demasiado bien los detalles, pero creo que esta fue en la que nos cargamos a unos mercaderes orcos y nos fuimos por si acaso [en Runequest se puede ser orco sin ser malvado por narices]. Luego, en una de estas tiradas de encuentros, nos salió un gigante, y también unos cubos gelatinosos (unas de las criaturas más temibles que se pueda uno encontrar cuando se es de nivel bajo). El trol y yo salimos por patas y dejamos tirado a mi primo, juas; pero al final salió con vida... Para acabar los tres colgados en un...

Pero vayamos popr partes, que diría Jack el Destripador... El caso es que nos vimos abocados a descender por una escarpada ladera de montaña con altísimo precipicio a un lado. Y, para asegurarnos y tal, nos atamos con una cuerda, el trol delante, mi primo, yo y el burro de carga finalizando la comitiva. Por supuesto, el camino era tan impracticable que exigía contínuas tiradas de destreza. Bueno, en realidad, no tan contínuas, porque el troll falló la tercera y nos fuimos todos balate abajo...

Durante más de tres horas, la partida consistió en nosotros tres, y el burro, claro está, colgados de un árbol del precipicio que, debido al peso y al balanceo, se iba desprendiendo poco a poco de la pared en que tenía hundidas sus raices. ¡Ah! Mi primo era un mago, cierto, porque gracias a él permanecimos "pegados" al árbol algo más de tiempo. El justo, si no recuerdo, para conseguir idear el modo de salir de semejante entuerto. Pero que muy justo.

Fueron tres horas de estrés, de sentirnos completamente perdidos en la situación, de creernos realmente en ese árbol con tan sólo un abismo bajo nuestros pies. No recuerdo exactamente cómo logramos salir del entuerto, pero sí que, tras todas las penurias pasadas, cuando pocos metros nos quedaban para llegar a la cima de la montaña, el troll, a quien habíamos colocado delante para evitar que volviese a arrastranos, se cayó rodando y nos pasó por encima a nosotros, al burro, a las piedras y arbustos y nos llevó rodando con él los últimos cincuenta metros de cuesta abajo del camino de descenso de la montaña. Por supuesto, acabamos con heridas muy serias y casi nos morimos por la torpeza del troll.

Como veis, no os hablo de una gran aventura épica, de salvar el mundo o las ballenas, sino de una simple salida campestre de lo más accidentada. Y, sin embargo, fue una de las partidas de rol más intensas de mi vida. Que gran master Luisfe. Nunca habrá otro igual.

Zirbêth, añorando tiempos roleros.

HACE UN AÑO...

Si hace un año, por estas fechas, estaba a puntito de volver de Valinor a Númenor y mi estado emocional era lastimoso, triste y de completo desamor, ahora las cosas han cambiado considerablemente. Ya no tengo el corazón roto, como hace un año casi lo tenía (estaba en proceso de resquebrajamiento), ni tampoco estoy en plan gallina clueca, por más que no pare de poner fotos de los bebés de mis amigos.

No. Ahora mismo estoy bien, a pesar de las crisis de ansiedad y de la montaña rusa emocional que mi maravilloso cerebro me proporciona. Pero no estoy triste todo el tiempo. No echo de menos al amor perdido (es lo que tiene desenamorarse por fraude, que se te quita la tontería de golpe). No echo de menos, en general, el amor: sólo en determinados momentos puedo pensar en que jo, mira que bien están Fulanito y Menganita, yo quiero eso. Pero, hoy por hoy, vuelvo a estar como hace unos años: felizmente sola, sin ganas de pareja, ni remotamente. El otro día iba por los jardines de Aranjuez con mi madre, y cuando me cruzaba con parejitas felices no sentía envidia sana, ni deseos de amor: sentía alivio, puro y duro alivio. Estoy, se ve, pasando otra de esas etapas de soledad disfrutada.

Y sobre los bebés. Fijáos, eso sí me puede apetecer más. Es decir, mientras que tener pareja no me motiva nada, el ser madre sigue estando en mi agenda de deseos para el futuro. Pero tampoco para un futuro demasiado inmediato. Eso sí, disfruto muchísimo viendo los bebés e hijos de mis amigas y amigos.

Decididamente, necesito una temporada de soledad, de disfrutar de mis amigos, de centrarme en mi futuro profesional y de, no sé, ¿coser vestidos maravillosos? O algo así. Es que pienso en que tengo pareja y el tiempo que me ocuparía, y se me ponen los pelos como escarpias.

Así que, bueno, espero que los Reyes Magos le concedan a Chica con falda roja lo que ha pedido y me traigan esa isla desierta que ponía en su carta. Desierta, pero bien comunicada, ¿eh? Que me encanta recibir amigos y hacer fiestas, como la de mañana...

Zirbêth, away.

DE TI PARA MÍ...

Hay una canción de Sabina, del disco "19 días y 500 noches", que últimamente me viene a la cabeza constantemente. No la canción entera, que es larguísima (la última del disco, esa de las marujas en la playa), sino una frase muy concretita: "de ti para mí, que está mal follá".

Perdonadme la irreverencia, pero es que, cada día que pasa, más pienso que el que ideó esa frase, lo hizo pensando en las dependientas del Corte de Mangas. No todas, evidentemente, si no, menuda cruz. Pero un buen puñao, sí. Y es que no veas qué modales se gastan. No te pueden decir las cosas normalmente, no: lo tienen que soltar en plan megaborde, con tonillo de "eres gilipollas o, por lo menos, una completa inútil". Y aprovechan cualquier mínima ocasión para atacarte. Si haces algo mal, no van y te ayudan, no: te gritan desde lejos cuando ya has metido la pata para que todo el mundo sepa que lo has hecho mal. Si es que lo has hecho mal, que la mayor parte de las veces no es el caso, pero ya han creado la duda y te han hecho quedar mal, que es lo que importaba. Jamás te saludan si pueden evitarlo, y si no les queda más remedio lo hacen sin mirarte a los ojos. Algunas noto que la cosa va concretamente conmigo, pero otras son así con todo el mundo excepto sus "amiguitas", incluyendo los clientes. Es su estado natural, vamos.

Y yo me digo "tanta malafollá, así, sin ser granainas, no es normal; tiene que haber una razón...". Y, claro, Joaquín Sabina viene al rescate y contesta mi duda:

"De ti para mí que está mal follá"

Zirbêth, modo "tengo que dejar esta mierda de trabajo" on.

miércoles, diciembre 28, 2005

ANSIEDAD

Y no "de tenerte en mis brazos", precisamente. Ya lo he comentado antes, tengo ansiedad. Es decir, a veces se me pira la pinza. La química de mi cerebro no funciona como debería y con demasiada facilidad paso de un estado de alegría desbordante injustificada, a una de tristeza y depresión tan injustificada como la otra. Además, las emociones intensas (o sea, casi todas, porque soy muy pasional) me pueden llevar a descontrolar y a tomarme las cosas demasiado a pecho. Como resultado, acabo agotada y, en algunos casos, me pongo malita: es decir, me da fiebre, me vengo abajo y acabo cogiendo cualquier virus que ande por la zona. El estres baja las defensas, y la ansiedad, encima, mata neuronas. Creo que mi memoria de pez está directamente relacionada con las crisis de ansiedad.

La semana pasada pasé por una de esas crisis, aunque esta vez en parte sí estuviese justificado que me afectase más. Pero, como dice mi madre, es que debo tratar de no olvidar la receta mágica: tomarme las cosas, y a mí misma, menos en serio. La risa como receta contra el agobio, la ansiedad y los malos momentos.

Zirbêth.

TÉCNICO ESPECIALISTA EN OPERACIONES DE ENMARRONAMIENTO

Es decir, que me ha caído un marrón que consiste, básicamente, en enmarronar a los demás. Menudo marrón. Hasta hace unos días, la cosa era menos gorda, era sólo coordinar la mereth. Pero me veo de coordinadora/enmarronadora a perpetuidad (en realidad son dos años, pero es que soy una exagerada, jeje).

Pero os estaréis preguntando (no todos) ¿qué es una mereth? Bien. Me alegra que me hagan esa pregunta, precisamente tengo aquí unas transparencias que... Vale, en serio. Mereth es una palabra quenya que significa reunión o fiesta (ahora Eleder, o algún otro, me dirá que noooo, que no es eso, y soltará una lección digna de la UAN [Universidad Autónoma de Númenor]). Y cuando un smial prepara una Mereth, lo que suele estar haciendo es complicarse la vida exponencialmente para ofrecer un fin de semana de magia a otros miembros de la Sociedad Tolkien. Ambientadas muchas veces en la zona geográfica cuyo nombre han adoptado para cada delegación, las merith ofrecen una serie de actividades como conferencias, recreaciones históricas (historia de la Tierra Media, se entiende), actuaciones, talleres que van desde fumado en pipa a esgrima, los populares talleres de baile... Vamos, que son fines de semana donde uno se sumerje en la magia de Tolkien, se deja llevar hasta donde su imaginación le lleve y se disfruta de la compañia de amigos y desconocidos con quienes se tiene en común una misma pasión: Tolkien y su creación.

Pues bien, nosotros, el Smial de Númenor, estamos organizando una mereth para los días 31 de marzo y 1 y 2 de abril del año entrante. La ambientación: la celebración de la llegada de la primavera en el reinado del rey Pharazon de Númenor, a la sazón último de los soberanos de la Isla de la Estrella. Espera un momento... ¿el último...? Bueno. Eso, está por verse.

Lo dicho. Menudo marrón me ha caído encima.

Zirbêth.

lunes, diciembre 26, 2005

PATÉTICO

Hace unos días, alguien me dejó un anónimo y breve comentario: que este blog es patético. En el momento me molestó, pero lo cierto es que yo misma he dicho ya en alguna ocasión que el blog ha perdido mucho. Primero, por falta de tiempo y dedicación. Segundo, porque la que lo firma no está muy inspirada. Tercero, por la razón que Bo Peep tan bien explica: que esto de los blogs es como un idilio y que, de manera inevitable, la pasión decrece y uno acaba por escribir menos, si es que no abandonar.

Pero no voy a abandonar. Reconozco que he estado un tanto de capa caída o, como decía ese amable anónimo, patética (el blog es reflejo de mi persona y, muchas veces, de mi estado anímico). En fin, es lo que tiene ser humano. Que, a veces, uno es sublime y, otras, patético (lo segundo es, evidentemente, mucho más fácil).

Sin embargo, a mi amable lector le diré que lo tiene bien fácil: no lo leas. También, que nunca he pretendido hacerme pasar por algo que no soy, o eso creo. Y no tengo mucho más que decir. Salvo:

"Por encima de todas las sombras cabalga el sol y eternamente moran las estrellas".

Zirbêth.

domingo, diciembre 25, 2005

ESCUCHAR

Es curioso eso de escuchar, porque muchas veces no lo hacemos. Y cuando lo hacemos, a veces sólo estamos escuchando a medias. Pero luego, cuando somos nosotros lo que queremos ser escuchados, bien que pedimos oídos completamente abiertos.

No siempre escuchamos, seamos sinceros. A veces, estamos rodeados de demasiado ruido, por dentro y por fuera. A veces, pedimos que se nos escuche sin tener en cuenta si realmente lo hacen o no, y eso se debe a que en realidad no estamos pidiendo que se nos escuche, sino que se piense como nosotros.

Por eso, hay veces en que nos escuchan, nos contestan, pero como no están de acuerdo con lo que decimos, pues la cosa no trasciende de el mero "se os ha escuchado". Aunque cueste creerlo, uno no siempre tiene razón, por mucho que a uno le parezca que así es. Incluso aunque haya otra persona que sea de la misma opinión y razón. No, hay veces que nuestra razón y opinión no llega más allá de la conversación, no trasciende, no cambia el parecer de la gente. Y eso, hay que entenderlo, Hay que aceptarlo. Porque lo que no puede uno pretender es que la propia opinión se convierta por el hecho de que la repitamos una y otra vez, en la razón de todos. Y tampoco que se nos escuche decir lo mismo una y otra vez sin que la gente, finalmente, opte por ignorarnos.

Y es que hay que aprender a aceptar que a los demás nuestra opinión y razones pueden no importarles, que incluso importándoles pueden no compartirlas y que eso no significa que ellos estén equivocados. No es de extrañar que, llegado cierto punto, se cansen de escuchar y no nos hagan ni caso. Por lo cual, hay que entender que llega un momento en que es mejor dejar de dar la brasa. Porque en eso nos arriesgamos a convertirnos: en unos brasas.

Zirbêth.

FELIZ NAVIDAD

Sólo quiero desearos a todos una Feliz Nochebuena y Navidad. Aunque, si tengo que ser sincera, no a todos. A quienes me la están amargando a mí, no se la deseo. Aunque, seguramente, la tendrán. Porque el mundo es, ante todo, injusto.

Otro deseo de Navidad: que de verdad el tiempo ponga a cada uno en su lugar y le llegue a esos cerdos su San Martín. ¡Hay tantos, qué menudo ágape nos daríamos!

Zirbêth, o "del dolor que no cesa".

sábado, diciembre 24, 2005

SE PUEDE

Se puede caer más bajo. Pero, claro, para eso, habría que escabar. Mucho.

Zirbêth.

martes, diciembre 20, 2005

ESTE AÑO

Este año, ya sé que le voy a pedir a los Reyes Magos: amnesia selectiva.

Zirbêth, necesitada de una dosis extra de olvido.

MAGGIE


Este rollizo bebé que veis aquí, es Maggie. Sus padres son Jill y Brian. A Brian lo conocí cuando estudiaba en la universidad de Granada. Un día, en la fotocopiadora, mi pelo rojo y la hebilla del cinturón con el águila de los Estados Unidos que llevaba por aquel entonces, le hicieron acercarse a mí. Creo que pensó que era compatriota suya, pues él es estadounidense y estaba, por aquel entonces, estudiando en Garanada. No sé muy bien cómo, pero llegó a soportarme y a quererme mucho, y a lo largo de los años, aunque no con la continuidad que hubiese deseado, seguimos escribiéndonos vía mail. Luego, un año vino a España. Quería presentarme a Jill, su novia a la que conoció estando en España. Y, además, tenía otro motivo para venir a nuestro país: quería pedirle que fuese su esposa en la ciudad en que se conocieron. Maggie es el fruto de ese amor. Este post os lo dedico a los tres.

Zirbêth.

TAURÓN, EL HEREDERO DE ISILDUR Y BAYA DE ORO



Este que veis aquí es Taurón, el primero de los herederos tolkiendili que han llegado recientemente al mundo. En la foto de abajo lleva la capa que le hice para la EstelCón 2005 en Gondolin. Dice su mami que le encanta que le vistan con ropa especial, que sabe perfectamente, pese a su juventud, que esa capa, o el traje de príncipe de Gondor que lleva en la otra foto, son galas muy especiales. Y es que no puede negar la sangre que lleva en la venas. Guerrero, sí, pero coqueto, jajaja.

Zirbêth

BUENAS Y MALAS NUEVAS

Ayer hice la entrevista de trabajo y fue bien, como dije. Me han estado llamando esta mañana, pero tenía el móvil sin batería. Les he dejado un mensaje. Espero que me llamen esta tarde otra vez.

Lo de las llamadas perdidas lo he descubierto cuando he ido a cambiar la tarjeta de mi móvil al que me prestó P., para irme al trabajo con móvil. Pero al poco de hacerlo, me ha entrado un mareo y me ha dado una vomitona. Es muy raro que yo vomite (con esta, cuatro en toda mi vida desde los 15 años, creo), así que me he puesto bastante mal. No sé si será que algo que he comido me ha sentado mal, si es que he pillado alguna cosilla o si, lo más probable, se debe a los malos ratos pasados este fin de semana. No lo sé, pero mañana me lo dirá la médico.

Me duele el estómago y sólo quiero dormir. No pensar, no estar para nadie, salvo aquel que me traiga el suero que la médico de empresa me ha aconsejado por teléfono para suplir los aportes nutrientes sin fastidiar al estómago. Sólo quiero tranquilidad. Seguro que mañana estoy mejor.

Así que creo que me voy a meter en la cama hasta las cinco que abran la farmacia. Bueno, tal vez acepte algún mimo, y esa llamada de la entrevista. Eru, que cruz...

Zirbêth.

lunes, diciembre 19, 2005

MENUDA SEMANITA

Hay varios motivos por los que llevo tanto sin escribir en el blog, no digamos ya leer blogs ajenos. Esta semana pasada ha estado de lo más completita. Al trabajo y las cosas habituales de la vida diaria, hay que añadir:

- Que el miércoles me robaron la cartera, por mi culpa, por idiota, aunque tras un día de incertidembre y pesimismo, en que ya daba por perdidos todos los objetos personales que en ella había (el dinero estaba claro, vamos), un señor me llamó para decirme que la había encontrado. Así que tengo mi documentación personal, los papelitos y fotos y demás chorradas que llevaba, las tarjetas del banco (que no se llevaron), los carnets de bibliotecas y los de la STE.

- He tenido una reunión de trabajo el viernes que duró hasta las doce de la noche, eso tras trabajar hasta las cuatro y media.

- El sábado, tuve un pollo en el curro gracias a la ineptitud de mi jefe, que creó un malestar tremendo en el mismo.

- Al salir del trabajo (una hora tarde), descubrí que mi trabajo de la reunión anterior, así como de muchas otras reuniones relacionadas con él, se había ido al carajo.

- Para tratar de solucionar el problema, el domingo a las 10 de la mañana volvimos a reunirnos dos horas antes de que empezase en lugar en que nuestro trabajo tendría que haber dado sus frutos. No sirivió para nada.

- De doce a ocho de la noche, estuvimos en reunión de Asamblea General de Socios. No diré nada salvo que fue absolutamente agotadora y personalmente muy estresante.

- Y, ahora, me voy a una entrevista de trabajo. Estoy muy cansada, pero esto es importante, porque necesito un curro de lunes a viernes, o me dejaré la salud mental y física en el camino.

- Y ahora (ya he vuelto, no ha ido mal, aunque ha sido sólo la primera de varias prubeas), a comer y al curro. Eru, que cruz.

Zirbêth.

lunes, diciembre 12, 2005

DOS POR UNO

Hoy he sido (relativamente) mala y me he comprado un móvil. El mío feneció hace un par de meses y estaba tirando con uno prestado por un amigo. Lo he comprado, por supuesto, en El Corte de Mangas (como lo llama Maguncia), lo cual me supone un descuento interesante. El caso es que, al ir a pagar, mi compañero Paco (le conocí en la fiesta de la empresa, hace unos días, muy simpático él) me ha dicho, págalo en un tres meses y tal. Yo le he dicho que, por mí, encantada, pero que al ser emplesada con contrato hasta el 31 de enero y no estar la tarjeta vinculada a ninguna cuenta de banco externa, lo mismo me decían que nones. Paco me ha mirado y me ha dicho: "si no te lo aceptan, es que no te renuevan el contrato".Tras media hora de larga espera, finalmente, me han aceptado la división en tres meses, lo cual significa que sí, que lo que me dijeron de la renovación mis jefes del departamento es cierto. ¡Me renuevan!

No se dejen engañar por los entusiastas símbolos de exclamación. Sólo lo veo como más tiempo para buscar algo mejor y cierta tranquilidad añadida: voy a poder pagar el alquiler y comer varios meses más. ¡Yuhuuu!

Zirbêth, "movileando".

sábado, diciembre 10, 2005

EFECTOS SECUNDARIOS Y RIESGOS PARA LA SALUD

Soy de la opinión de que todos los trabajos son malos para la salud desde el mismo momento en que ocupan más de cinco horas al día, desplazamientos incluídos. Pero los hay más peligrosos que otros, eso es evidente. Y, si no, que se lo pregunten a mineros, conductores, obreros de la construcción, pescadores, limpiadores de fosas sépticas... Gracias a Eru, yo no trabajo en nada de eso. Mi trabajo es peligroso sólo en casos extremos y por incompatibilidades de carácter natural. Por ejemplo, mis pies son delicados, así como mi garganta. Ellos pagan la mayor parte del pato: por la situación del departamento en el edificio, es bastante fácil coger frío, pues se producen corrientes entre la puerta de empleados y la de la calle, pero en el resto del edificio hace bastante calor incluso en los días de frío polar exterior. Voy de gripe en constipado, y de constipado en resfriado, con velocidad despeinante. Respecto a los pies, tanta hora de pie, caminando y levantándome y agachándome con calzado normal, no es sano. Al final de la semana, en vez de pies tengo patas de elefante. Noto perfectamente que las zapatillas de deporte me quedan mucho más ajustadas y, la verdad, un día libre a la semana no es bastante para que recuperen su tamaño normal. Y la hinchazón, por supuesto, sibe por las pantorrillas hasta parecer que, en vez de gemelos, tengo trillizos. Me hincho entera. Y no sólo de estar de pie. La drenalina, corriendo libre por mis venas, me da hambre. Y nena gordita. Me sobran al menos seis kilos. Snif. Sob. Buuaaaaaa. Y viene la Navidad, así que dudo mucho que vaya a adelgazar, precisamente.

En fin, que lo dicho: trabajar perjudica seriamente la salud física y rara vez compensa mejorando la salud económica. Sobrevivimos con los pies cansados, la garganta eternamente irritada, moqueando y estresados, adrenalinicamente estresados. Y todo, por alrededor de mil euros. Un desastre, vamos.

Zirbêth, modo quejica on.

VENDEDORA... ¿NATA?

Estoy experimentando algo que no deja de resultarme curioso. Llego al trabajo sin ninguna gana de estar allí, pensando en mis cosas, en irme a casa a leer, escribir, limpiar el baño, vamos, que maldita la gracia que me hace ir a trabajar (soy una quejica y, sí, ya sé que al resto de la humanidad le pasa algo parecido). Pero una vez allí, me transformo. Me viene a la cabeza ede dibujo animado de Goofi (o como se escriba) en que es un tipo encantador y delicado hasta que se mete en el coche y se transforma, cual Jekyl y Hide, en un mostruo de violencia. Pues algo así me pasa a mí, pero sin que me crezcan los colmillos (creo). Según empiezo a vender, me da un subidón de adrenalina que me activa el cuerpo entero, me pone en estado de tensión y mientras hay clientes parezco más un halcón al acecho de presas que la friki tolkiendili que suelo ser.

Me pico con F., mi compañero más veterano y el mejor vendedor (puesto a medirse con alguien, hay que hacerlo con el mejor). Mantengo la planta entera bajo atenta inspección, buscando especialmente a los guiris que puedan necesitar ayuda en inglés. Controlo con ojos de camaleón a esas señoras que no paran de mirar de reojillo los carísimos bolsos en exposición. Y me doy cuenta de que cada vez que una venta supera los cien euros, me sale una sonrisa, pero si pasa los trescientos estoy que doy saltiros.

Qué ironía. Me paso la vida despotricando del consumismo para descubrir que, cuando se trata de que los adinerados se dejen la pasta, estoy encantada de ayudarles a abrir y vaciar la cartera. Esto no me pasaba en Valinor, en la tienda de deportes. Me pasa aquí, donde veo pasar a ricos y ricos y famosos constantemente y se me hincha la vena capitalista. Cuanto más compren, más comisión me llevo, aunque aquí, el verdadero beneficiado es el jefe jefazo de la empresa, los grandes inversores y cuatro gatos más. Los demás, no creo que salgamos nunca a mucho más de mil euros.

Si de verdad se me da tan bien vender, ¿por qué me habré resistido tantos años a hacerlo? Y, lo que es más importante, ¿no debería dedicarme a vender pisos? Eso si que deja buenas comisiones...

Zirbêth, apestando a capitalismo (y a tabaco de la fiesta de empresa de anoche).

viernes, diciembre 09, 2005

CUANDO SE TRATA DEL BLOG

Cuando se trata del blog, echo de menos mis tiempos de soledad en Valinor. Ahora, en Númenor, con trabajo absorbente y mereth en proyecto, la verdad es que tengo tanta vida social, tanta acción, que me deja poco tiempo, no ya a la reflexión, que es afortunadamente inevitable, sino a la plasmación de la misma en palabras. No sólo leo menos, también me siento sola a pensar menos que antes. ¿No podría haber un término medio entre la soledad ensordecedora de Valinor y este continuo ir y venir en Númenor?. Así, no me extraña escribir cada día menos y que lo poco que escribo sea tan poco interesante. Ya ni de amor o desamor hablo. ¿Cómo? Si no tengo tiempo, ni energía...

Zirbêth.

miércoles, diciembre 07, 2005

DISFUNCIÓN

No me va el correo electrónico. No sé si darle unos días más o abrirme ya otra cuenta en otro sitio. No se vosotros, pero yo me acostumbro a una cuenta y me da mogollón de pereza cambiar. En fin, era sólo por si me escribís y no os contesto. Es que no me llegan vuestros correos.

Zirbêth, desconectada.

CITA

"Se hizo una tierra para que los Edain vivieran en ella, y que no era parte de la Tierra Media ni de Valinor, ni tampoco estaba separada de ellas por el ancho mar; pero estaba más cerca de Valinor. Fue levantada por Ossë de las profundidades del Agua Inmensa, y fue fortalecida por Aulë y enriquecida por Yavanna; y los Eldar llevaron allí flores y fuentes de Tol Eressëa. A esa tierra los Valar llamaron Andor, la Tierra del Don; y la Estrella de Eärendil brilló en el Occidente como señal de que todo estaba pronto, y como guía en el mar; y los Hombres se maravillaron al ver la llama plateada en los caminos del Sol."

Akallabêth, El Silmarillion, J.R.R.Tolkien.

martes, diciembre 06, 2005

PERDIDA

Llevo unos días desaparecida. Lo siento. Me han parecido semanas. Últimamente no paro, y encima tengo la sensación de que no hago todo lo que debo (de lo que me gustaría, mejor ni hablamos). Necesito organizarme mejor, que esto es un desastre. Me falta tiempo para todo, sobre todo tengo la sensación de que me falta tiempo para dormir. Me siento agotada, pero con ganas de hacer más cosas. En fin, que sigo aquí, sigo viva. Trataré de escribir alguna cosa. Algún día...

Zirbêth.

viernes, diciembre 02, 2005

¿THARKAS II?


Este es el primer heredero de Númenor, hijo de la muy noble Dalreth, y que ha recibido el nombre de un gran amigo y mejor persona: Guillermo. Y sí, de momento, es el miebro más joven de nuestro reino, y ya veremos si no acaba siendo también Rey de la Isla de la Estrella. ¿Tharkas II? Jijiji.

Zirbêth, cumpliendo promesas.