miércoles, junio 29, 2005

TIENE RAZÓN

Baya de Oro, digo, que tiene razón. Me preguntaba esta mañana que si es que no conocía a ningún hombre entre los treinta y los cuarenta con el que me encantase pasarme horas y horas hablando. Y, claro, no me quedó más remedio que decirle que no. A ver si me desenclaustro y canto aquello de "Pero dejaaaaad, que los treinteañeros se acerquen a míiiii."

Dubi, dubi, dubi...

Zirbêth.

A GRANDES MALES...

Grandes remedios. Como estaba tan nerviosa y agresiva, me he bebido un par de vasos de vino joven y espumoso y me he ido a dormir la moña. Muchos mejor ahora, donde vamos a parar...

Zurbêth.

1º, 2º Y 3º

Primero, enseñar a pensar, de verdad, a desarrollar el sentido crítico, a apreciar la vida como algo más que subsistencia y consumo.

Segundo, transformar para que la vida pueda llegar a ser de verdad algo más que supervivencia y consumo absurdo. Una verdadera vida.

Tercero: yo aún no sé cómo conseguir enseñar esas cosas, y siento rabia e impotencia, mucha impotencia. Y si apruebo las oposiciones, voy a tener que ponerme a enseñar sin saber como enseñar, no matemáticas, inglés, lengua, sino lo verdaderamente importante. Enseñar lo que es la vida desde un punto de vista pleno y no meramente funcionalista.

Mierda, MIERDA, ¡¡¡M I E R D A!!!

Zirbêth.

EJEM

El que dijo por primera vez aquello de "ser como un grano en el culo" sabía de lo que hablaba...

Zirbêth, auch.

PUFFF

Estoy de los nervios. Es decir, insociable, borde, agresiva y salto a la que me dicen hola. Mejor no acercárseme mucho hoy.

Zirbêth.

OTRA GOTA

Aparece hoy en El Pais Educación un artículo bastante interesante titulado "Dejarse de filosofías" de Aurelio Arteta, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad del País Vasco. Os recomiendo la lectura completa del mismo, que no tiene desperdicio. Y, para muestra, un párrafo:

"[...]Parece pensarse, si cada cual tiene sus propias convicciones, o sea, unos prejuicios que han de ser respetados, por Dios; y si hay que guardarse de emitir juicios de valor, porque se supone que todos ellos valen lo mismo; y si en estos saberes, a diferencia de los matemáticos, no podemos confiar en descubrir verdades sino tan sólo en alcanzar opiniones; y si ya no es preciso esforzarse en fundar esas opiniones, puesto que nadie tiene derecho a pedirnos tal fundamento y además nos basta con ejercer nuestra libertad de expresión; y si nada hay que argumentar, pues no existe intolerancia mayor que el propósito de persuadir con razones al vecino... Si así están las cosas, ¿para qué cursar asignaturas de Filosofía, Ética o Política, quieren decirme? Bastante se hace con dejarlas subsistir en los planes de estudio a modo de ornamento exótico o, para decirlo con el término sagrado, transversal."

Todavía me cuesta mucho argumentar del modo contundente y claro en que este hombre lo hace acerca de este tema, y eso me parece de por sí prueba de lo que advierte este artículo. Aunque no esté de acuerdo con él en algunos puntos, o tal vez sea con el cómo los expresa. El problema de muchos pedagógos, de los que en un momento dado dice

"Pero si no hay garantía alguna de que la escuela acabe enseñando a leer y escribir, debemos agradecérselo en especial al despotismo tan poco ilustrado de los pedagogos. De la inmoderada invasión de esta disciplina en ministerios y consejerías, de sus infladas pretensiones académicas, de su pedante jerigonza tanto más espesa cuanto más vacía..., se ha callado durante demasiado tiempo. Lo seguro es que la obsesión acerca del cómo de la enseñanza está convirtiendo al enseñante en un técnico de la nada y al enseñado en un erial. Aprender ya no tiene que ser costoso, sino divertido; la tradición es cosa de viejos y lo que ahora mismo importa es que todos se enchufen en vena a Internet."

es el mismo que el del resto de los estudiantes que ya han pasado a licenciados. Que se les enseña de un modo demasiado técnico. La máxima preocupación no es formar personas, por más que eso digan en los preliminares de las leyes y a lo largo de todas ellas. Lo importante es que encajemos en los engranajes productivos lo mejor posible. No son las personas lo que preocupa a los legisladores, son las cifras de trabajadores versus las de parados, las macroeconómicas frente a las microeconómicas, las apariencias en papel frente a las realidades en las calles. Me parece, sin embargo, que cuando habla de que aprender ya no debe ser costoso, sino divertido, yo haría una matización al respecto: para los niños pequeños, aprender puede ser divertido, debe serlo, pero es importantísimo lograr que poco a poco se vayan dando cuenta de que aprender no es sólo juego, es algo mucho más importante y que conlleva un esfuerzo creciente y consciente. Aprender ha de ser ambas cosas, divertido y costoso:se puede hacer del aprendizaje algo serio de lo que disfrutar muchísimo: amando lo que se estudia. Para eso, el verlo tan solo como una obligación no es el mejor camino. Pero tampoco hay que malacostumbrarse. Las cosas que merecen la pena en la vida son las que más trabajo y responsabilidad conllevan.

Por cierto, el post está especialmente decicado F. De mi parte.

Zirbêth.

martes, junio 28, 2005

LEER LEYES PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD

Porque prefiero echarle la culpa del dolor de cabeza a eso que al abuso del ventilador por la noche. ¿Me habré acatarrado?

Zirbêth.

Pd/Igual, por hoy, debería callarme.

LA VUELTA A LA TORTILLA*

Matrimonio entre católicos

Estoy completamente a favor de permitir el matrimonio entre católicos.

Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo. El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos. Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del derecho al matrimonio.

Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas. También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la Iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio, incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas). Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia. Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos. Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!".

Veo ese tipo de críticas y respondo: si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.

Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.

En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción. Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

Fundación Triángulo

Me lo han pasado por e-mail, y me parece que no tiene desperdicio.

Zirbêth.

*Gracias a Aspasia Swanson, por la advertencia: al parecer, esto lo publicaron aquí y tiene Copileft de Psicobyte.

LOE

Me la he leído. Que suplicio.

Zirbêth.

SIGUIENTE PASITO

El siguiente examen es más fácil. Mucha gente las pasa canutas debido al miedo escénico, pero para mí los exámenes orales son hasta divertidos. Y en eso consiste la segunda parte de esta primera prueba. Un examen oral de quince mínutos consistente en contestar en inglés a una pregunta sobre actualidad educativa. Un rollo, vamos, pero como hablar me gusta y se me da bastante bien, incluso en inglés, pues bueno, de miedo nada. En la STE, una de las actividades preferidas es la lectura en voz alta de cuentos, y otra la representación de obras de teatro y las lecturas dramatizadas. Después, hay que leer al tribunal el examen que hicimos ayer. Un paseo, si ustedes me entienden.

Así que, aquí me tenéis, a la caza y captura de asuntos de actualidad educativa y repasando cosillas de leyes y esas cosas. Y, fijaos lo que he encontrado aquí:


Catedrático alerta sobre el empobrecimiento social que generaría la pérdida de las humanidades.

Murcia, 26 jun (EFE).- El catedrático honorario de la universidad alemana de Friburgo de Brisgovia, Alfonso Ortega, ha advertido del "empobrecimiento total" que supone para la sociedad el declive de las humanidades, ya que lleva a la persona a caer en la ignorancia, que, a su juicio, "es la peor de todas las pobrezas".
En declaraciones a Efe, el profesor murciano sostuvo que quien elabora "proyectos de esa índole", encaminados a la pérdida de la formación humanista, "quiere que seamos mendigos de la inteligencia", al tiempo que abogó por la primacía de enseñanzas clásicas como el latín y el griego, además de la filosofía.
Este catedrático emérito de filología griega, de filosofía y de poética de la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor honoris causa por las de Murcia y de Hamburgo, además de por dos de Perú, defendió el significado de la palabra "humanista", que se refiere a quien "ha estudiado y domina las lenguas clásicas griega y latina". Defendió el estudio de las humanidades y dijo que su eliminación supondría una "limitación a la libertad de pensar, de formarse un juicio propio" y, en consecuencia, "heriría a la misma democracia, cuya raíz principal es la libertad de pensar y expresarse".
Del latín y el griego destacó que "enseñan a pensar", puesto que "en la traducción de una frase latina hay comprometido un ejercicio de reflexión profunda", y que "estas dos culturas, junto con la derivación del judaísmo, que desembocó en el cristianismo, son las fuentes que irrigan constantemente nuestro modo de ser y de pensar".
En su opinión, en la actualidad "están destruyendo" esta cultura por "el dominio casi absoluto de lo técnico", ya que "dedicar la atención y la mente a cosas que no tengan esa manifestación del objeto en sí de las cosas parece que es una pérdida de tiempo". "El hombre -afirmó- no es sólo un objeto externo, sino que tiene su pensamiento, tiene su libertad interior para manifestarlo, y eso se refleja en otras ocupaciones que no son las meramente objetivas, como la pregunta por el sentido de las cosas, por la causalidad, por qué se producen efectos determinados. Y eso es la filosofía". En la actualidad, estimó, "se están simplificando destructivamente aspectos del conocimiento en una orientación reductiva, y eso es muy peligroso, porque una sociedad formada bajo esa orientación es fácil de manipular políticamente" y podría ser víctima del "dogmatismo ideológico".
Por otra parte, Ortega anunció que Murcia podría acoger a partir del próximo curso académico la escuela de Oratoria del Mediterráneo, el primer centro de España dedicado a la enseñanza de esta especialidad, si prosperan las gestiones en las que trabajan en la actualidad varias instituciones financieras y académicas de esa comunidad autónoma. EFE.
Puede que haya algo del miedo al cambio que puede acecharnos a todos en algún momento, pero me temo que tiene razón. Nos quieren tecnológicamente formados para ser buenas piezas del engranaje productivo, pero nos prefieren mal educados en otros aspectos, dogmatizados incluso, para que seamos cuanto más manejables y manipulables, mejor. ¿Qué sería de ciertos "esclavistas" si los esclavos se hiciesen conscientes de su esclavitud y tratasen de liberrarse?

Zirbêth, esclava fugitiva.

DA QUÉ PENSAR

Que el PP esté proponiendo o participando y promoviendo tanta manifestación últimamente: ¿es cosa de que creen que así ganarán las siguientes elecciones, o una calculada maniobra para desprestigiar a los manifestantes de cualquier tipo y disminuir así el posible poder de las manifestaciones? Es una táctica bastante antigua: desprestigiar y burlarse del contrario y todo lo que hace. A ese juego, podemos jugar todos.

Zirbêth.

QUIERO

(Hoy la cosa va de pedir.)

Quiero hacer el curso ese de correción profesional, el de traducción de un año y Filología Hispánica. Quiero irme a la playa para recuperar la salud y la línea (o: ponerme to güenorra otra vez, jeje). Quiero hacer algún curso de escritura creativa o como balrogs se llamen.

Pero debo irme a estudiar.

Zirbêth.

LIBROS

Quiero:
- Más títulos de Paul Auster.
- Más cómics de Neil Gaiman y Alan Moore.
- Más filosofía de Fernando Savater.
- "Si la semilla no muere", de André Gide.
- "La vida exagerada de..." de Bryce Echenique (que desastre de memoria).
- Varios libros de escritores sudamericanos y españoles que enumeraré en otro momenro (mala memoria, again).
- El segundo tomo del Nuevo manual de español correcto de Leonardo Gómez Torrego.
- Alguno que no tenga de Nabokov.
- Que me pasen los de Terry Pratchet.
- Que llegue el 16 de Julio, para ir a por mi reservado del Harry Potter y el príncipe mestizo.
- Y quiero...

Zirbêth, ambiciosilla en su estilo.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA DE LOS JUEGOS DEL 2012

Este tema me preocupa, aunque las oposiciones y otros asuntos hayan propiciado que no haya reflejado dicha preocupación en el blog antes. En Rebelión han resumido bastante bien lo que pienso, y como es tarde y estoy cansada (renuncio al vino, la cacacola no me va a producir insomnio). Os los copio a continuación.

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Manifestación contra el proyecto especulativo Madrid 2012

Rebelión
Viernes 1 de julio, a las 19:30 horas. De la Puerta del Sol a la Plaza de la Villa.

Lejos del consenso sin fisuras que, según intentan hacernos creer, reina en Madrid en torno a la celebración de unos Juegos Olímpicos en 2012, son muchas las voces que expresan su rechazo ante este proyecto. Desde la Plataforma contra Madrid 2012 entendemos que estos fastos suponen un despilfarro insultante en una ciudad con tantas carencias sociales (en educación, sanidad, dotaciones culturales, deporte de base, cuidado de mayores…), que, por mucho que se hable de su vertiente ecológica, producirán numerosos prejuicios medioambientales (más uso depredador de suelo, construcción de autopistas, de infraestructuras inútiles…) y constituirán un paso más en el desarrollo de un modelo urbano insostenible en el que priman los intereses de inmobiliarias, constructoras y propietarios de suelo.

Bien lejos de la “historia oficial” que se nos repite a todas horas, los informes post-evento de los Juegos de Barcelona, Sydney o Atenas han mostrado que las optimistas previsiones de creación de empleo e inversiones de los distintos gobiernos nunca se cumplen, que uno de los efectos más comunes en este tipo de eventos es la subida de precios y que lo que se persigue es un tipo de remodelación urbana (que puede ser a gran escala, como en Barcelona, o acotada únicamente a ciertos barrios, como la que se prevé para Madrid) cuyos efectos más evidentes son la expulsión de vecinos de bajo poder adquisitivo, la lucrativa recalificación de terrenos que sólo beneficia a grandes propietarios de suelo e inmobiliarias y el trasvase de fondos públicos hacia unas empresas constructoras cuyo poder en la toma de decisiones acerca de la conformación del territorio resulta cada día más y más alarmante. Y eso por no hablar del incremento del nivel de represión de todo tipo de movimientos sociales que han presenciado los ciudadanos de las ciudades elegidas para albergar un macroevento, de la molestia incesante que producirá la multiplicación de unas obras que nunca parecen redundar en una mejora del espacio urbano o del aumento del endeudamiento público con los consiguientes recortes en gastos sociales y las subidas de impuestos indirectos y tasas de todo tipo (desde el transporte público al precio de la entrada de las piscinas municipales).

Por todo esto, la Plataforma contra Madrid 2012 convoca una manifestación el próximo viernes 1 de julio, a las 19:30, de Sol a la Plaza de la Villa. Ven a decírselo al COI: todavía estamos a tiempo de influir en su decisión, de que el fracaso de Gallardón sea nuestro éxito.

Si quieres firmar contra Madrid 2012, hazlo aquí:
http://www.otromadrid.org/m2012/index.php?firma=nomadrid2012

Para adhesiones de colectivos:
http://www.otromadrid.org/m2012/escribenos.php

(La Plataforma contra Madrid 2012 está formada por: A. C. Expresiones-La Piluka, Ecologistas en Acción, Vecinos de la Elipa, Colectivo Estrella, Otromadrid.org, Laboratorio Urbano, Los Verdes, Ladinamo, Espacio Alternativo, Areaciega, Aula Social de Sociología de la UCM, Asamblea de Biológicas de la UCM, Asamblea Social Universitaria de la Carlos III)

Ver también: http://www.otromadrid.org/m2012
Plataforma contra el proyecto especulativo Madrid 2012

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Zirbêth.

lunes, junio 27, 2005

EL DICHOSO ASTERISCO

Me refería a que, panda de ........ (coloque aquí el improperio de su elección), la fecha fue mal anunciada y, junto con en qué consistía el examen realmente, ha sido una cagada por parte de las autoridades (in)competentes.

Y ahora, me voy a pimplar un vaso de vino (o dos), para compensar el antojo de cacacola tan salvaje que he tenido tras el examen. Casi dos litros llevo bebidos. El alcohol va a ser mi medida de emergencia contra el insomnio, hoy.

Zirbêth, brindando a vuestra salud.

¡Muchas gracias a todos por los ánimos!

CRÓNICA DE UN EXAMEN MÁS O MENOS ANUNCIADO*

Estuve a punto de no ir, pero me obligué. "Al menos, gana esa batalla contra ti misma", me exigí (quizás este se un buen momento para esta advertencia: mis tendencias circunloquiantes y pseudoépicas van a salir estrepitosamente a flote).

Puse el despertador a las seis, y casi no me despierto. Es lo que tiene dormir con tapones de los oídos. Debió estar sonando un buen rato. Al menos superó el minúto, pues es entonces cuando se acelera el ritmo de sus graznidos. Que sueño, madre mía. Me había dormido pasada la una de la mañana, leyendo The Lord of the Rings. No estudié nada el domingo. Estaba totalmente convencida de que era una pérdida de tiempo. Escribí, leí, dormí siesta, repasé un cuento que comencé a escribir hace ya un año e incluso reescribí el último párrafo. Pero los apuntes y los libros, ni los miré. Es lo que tiene estar convencido de que todo es inútil. Bueno, eso, y que vas al examen sin ninguna expectativa.

A las seis y media me fui de casa. Primero metro hasta Canillejas y allí el autobús hacia Alcalá de Henares. Ya hacía calor, pero aunque estaba adormilada, no llegué a dormirme. Era un bus diferente al de la vez anterior y no sabía exactamente donde me dejaría. Esta vez no tenía amable guía que me llevase a la tortura, así que un poco me arriesgaba a no llegar. Pero vamos, que mi memoria es un desastre, excepto en lo que a orientarse en campo y ciudad se trata. Pero vamos, que para curarme en salud, a eso de las siete cuarenta ya estaba en la parada que me dio por bajarme (el examen no era hasta las nueve). Rommena (Alcalá) no es tan grande, y la sangre rohirrim y numenoreana corre fuerte por mis venas.

Lo primero que constaté al bajarme es que no tenía ni idea de donde estaba, y lo segundo que tenía hambre. En plan desafío, me propuse llegar a la Calle Mayor, y ver si por el camino encontraba algo que llevarme a la boca (los nervios me dan hambre). En menos de quince minutos había dejado atrás el palacio arzobispal, la citada calle y la iglesia gordota que llaman catedral (jijiji, no me pegues, Zagar), y estaba de vuelta en la misma avenida en que me había bajado del bus. Eso sí, ni una tienda de guarradas de comer abierta, y yo con alucinaciones pobladas de donuts. Frente a mí, un parque. Lo crucé y seguí a una pareja que caminaba muy decidida. Creo que iba tarareando algo, pero ni idea de qué, ya me he olvidado. Al poco me encontré en la esquina de una inmensa tienda de chinos, cuyo escaparate lleno de horteradas a cada cual más impensable me sirvió de pista para saber que me encontraba en el buen camino. Un paso subterraneo, una napolitana de chocolate y un batido más tarde, estaba subiendo la escalera que llegaba hasta el centro de examinación. Y conste que no la había visto antes, simplemente seguí mi instinto (y las indicaciones de la dependienta de la tienda, vale, pero el mérito es mío, que se me ocurrió preguntarle, jeje). Bueno, pues a eso de las ocho y cuarto ya estaba frente al panel con las listas de pringad... de opositores. Aún no estaba mi nombre asociado a ninguna fecha para el oral, mierda. Pero, ¿qué más daba? Había llegado yo solita al instituto ese sin conocer Rommena.

Allí frente al panel de cristal forrado de folios, una mujer (a la que he llamado señora, aunque probablemente no tenga más que cuatro o cinco años más que yo, pero vestía de señora) con unos ojos tan azules que el cielo a su lado resultaba de lo más deslucido (y no por el nublado, el cielo en general, vamos) se puso a hablar conmigo. Yo, que llevo una temporada con el modo autista on, me deshago en cortesía y sigo la conversación. Y, mira tú por donde, resulta que con cuatro frases y gesto de "me aburro", consigue lo que nadie ha conseguido en estos últimos días: que me cambie la perspectiva. No ya porque de repente piense que voy a aprobar, si no porque me doy cuenta de que lo más difícil, obligarme a ir y hacer el examen, y entrar por tanto en las listas de interinos, ¡ya lo he hecho!

Desde ese momento, con alguna melodía épica de manufactura dudosa retumbandome en la cabeza gratamente, todo ha cambiado. Hemos subido a la planta donde estaba ubicado nuestro tribunal. Tras hacer una visita de cortesía (y algo más) al señor Roca, me he sentado en el suelo del pasillo, apoyada en una columna y, tras unos breves intercambios orales con la peña -poca- que ya estaba allí, he abierto mi maravillosa edición inglesa de The Lord of the Rings, obviamente en inglés y, lo que son las cosas, la diosa fortuna me había preparado una enormemente grata sorpresa: La Batalla en los campos del Pelennor. Para los profanos: el momento en que Éowyn, mi alter ego, se enfrenta al Rey Brujo, Capitán de los Nazgul, los espectros del anillo, para proteger el cuerpo caído de su Rey y tío, Theoden y, con la ayuda de Meriadoc el Mediano, cumple el destino que a esa criatura infecta y poderosa se le había largo tiempo atrás augurado: que ningún hombre mortal podría matarlo.

"But no living man am I! You look upon a woman. Éowyn I am, Éomund's daughter. You stand between me and my lord and kin. Begone, if you be not deathless! For living or dark undead, I will smite you, if you touch him!"

"¡Es que no soy ningún hombre viviente! Lo que tus ojos ven es una mujer. Soy Éowyn hija de Éomund. Pretendes impedir que me acerque a mi señor y pariente. ¡Vete de aquí si no eres una criatura inmortal! ¡Porque vivo o espectro oscuro, te traspasaré con mi espada si lo tocas!" (J.R.R.Tolkien, The Lord of the Rings, The Return of the King, Harper Collins Publishers, 1993.)

Tras leer eso, el examen me parecía sólo un sueño, una insignificancia. Yo, Éowyn, había matado en otra vida a uno de los lugartenientes más poderosos del Señor Oscuro. O, dicho con otras palabras: entré con tal sensación de hazaña épica recorriéndome la espina dorsal, con el vello de punta y escalofríos pese al calor, que ya la sonrisa no abandonó mi boca durante un sólo segundo del examen. Una vez más, la poderosa prosa del Profesor apareció al rescate. Me resucitó los dedos, la imaginación y la memoria, esa que no debo olvidar nunca: que escribir me encanta, y aquello no era sino una oportunidad de probar mi pluma, espada contra el débil escudo del papel en blanco en el brazo del espectro encarnado en examen. Ni el hecho de ser otra lengua me pareció un impedimiento así pertrechada: sólo un aliciente más del desafío.

Ejem.

El examen duró dos horas, y a eso de media hora antes del fin necesité ir al baño. La profesora que me acompañó (normas del enemigo) me preguntó aquello que se ha convertido en reclamo publicitario de marca de telefonía móvil. "¿Qué tal?". Yo, con la sonrisa idiota y la vejiga aliviada, respondí: "Bien. Pese a que no tenía muchas expectativas, el tema que ha tocado me resultó muy interesante cuando lo estudié y es algo sobre lo que ya había reflexionado durante mi estancia en Inglaterra". Me deseó suerte, o algo así, no recuerdo, y me senté, sudorosa pero feliz, a terminar el examen.

No voy a decir que lo haya bordado. Resumí en dos folios por las dos caras, en letras mayúsculas para faciltarme la lectura cuando me toque, lo que el tema trataba. Me vais a perdonar, pero hacer exámenes me digusta sobremanera. En cambio, escribir un ensayo es un asunto muy distinto. Así, he hecho el examen como quien escribe una reflexión o un ensayo tras mucha lectura. Se me han escapado algunos datos concretos, no he dicho una palabra de bibliografía, pero me ha quedado estupendo. Incluso para ser en inglés. Bueno, de algo sirve escribir casi a diario esperando ser leída, jajaja.

He salido tranquilamente, apenas si he prestado oídos a los comentarios ajenos. Los cuernos de Rohan aún resonaban fuertes e inspiradores en mis oídos. Esa era la música que llevaba rondando mis oídos todo el día. Ninguna palabra puede superar ese sonido. Dando un paseo, he bajado hasta el centro de Rommena, donde mi sobrino Zagar me esperaba no sin cierta impaciencia (esperaba que le llamase para acompañarme, como la vez anterior, pero hay batallas a las que uno ha de acudir sin escudero, ni siquiera uno tan valiente y dispuesto). Al verme me ha dicho algo muy agradable y nos hemos ido a tomar algo. Pero el sueño me vencía, así que en autobús volví a casa, conté el combate a mis compañeras de estudios, miré el correo con algunas cartas de ánimo y me retiré a mis aposentos, ya con Morfeo esperando para acompañarme en el descanso del sueño. No es Faramir en las Casas de Curación, pero no se puede tener todo en esta vida.

En resumen (manda narices, ahora vengo con resúmenes): que Eru ha repartido, en mi caso, suerte y no justicia, que las libaciones de mi mami a la diosa han surtido efecto (seguro que Eru es un ente femenino, aunque Tolkien jamás lo admitiese), que me siento victoriosa ya, incluso aunque no apruebe (no vamos a vender la piel del oso antes de cazarlo) y que, estoy segura, ya me he asegurado como mínimo la plaza de interina. Que no es moco de Balrog.

Aún quedan más batallas antes de que la guerra acabe, pero esta tan importante me ha reportado el mayor de los premios: la esperanza.

Zirbêth, de un épico que no hay quien la aguante.

TRAS LA BATALLA

¿Queréis que os narre lo acontecido? Estáaaaa bieeeen.

Pero después de la siesta.

Zirbêth, desvergonzada.

ME VOY

Al examen. A la decepción, el dolor de estómago, la vergüenza. A ver si os escribo un cuento para compensarlo.

Zirbêth.

domingo, junio 26, 2005

VOCACIÓN E IDEALISMO

El viernes fuimos a ver una obra de teatro. L. ha terminado sus estudios de arte dramático y aquella representación, junto con otra que tuvo lugar el fin de semana anterior, era algo así como el trabajo de fin de curso y carrera.

Siempre sacaba muy buenas notas. Cuando le dijo a su madre que quería ser actriz, cursando todavía B.U.P., ésta le dijo que esperase a terminar C.O.U. para tomar esa decisión. Las madres, cuando son buenas, no te dicen que lo tuyo es una insensatez y una locura, sólo te obligan a terminar lo empezado antes de ponerse con otra cosa, y así se aseguran de que eso que decimos querer era lo que realmente queríamos. Cuando L. termino C.O.U. manteniendo sus estupendas notas, se vino a Madrid a estudiar arte dramático. Lo suyo iba en serio: actuar es su vocación.

Yo, envidio a L. No porque sea preciosa, ni porque tenga talento. La envidio porque de algún modo descubrió que amaba actuar y se ha dedicado a ello con tenacidad y constancia. Envidio su tener una vocación.

Yo no estoy segura de tenerla. Unas veces me entusiasmo con la idea de enseñar, y me leo todo lo que cae a mi alcance al respecto, decido presentarme a las oposiciones, estudio más o menos, me deleito en cada descubrimiento que hago. Pero no tengo ni la tenacidad ni la constancia de L. Porque aunque me empeñé en la idea romántica de la vocación, la pasión que ella conlleva, el brillo en los ojos y las satisfaciones que produce, mi entusiasmo es tan efímero como esas pasiones contra las que mi madre me previene incansable.

Ahora mismo, a horas del examen de oposiciones, con la sensación y casi certeza de que no voy a aprobar pero con el estómago encogido por los nervios, dudo de lo acertado de mi decisión de presentarme a las mismas. Un sabor a insatisfacción me recorre el paladar insistentemente. Sé que esto no es una vocación exactamente, ni siquiera una pasión. Pero ¿por qué me empeño en buscar el flechazo fácil incluso en lo profesional? Soy un completo desastre, no consigo aprender esta lección tan importante. Y no porque no la haya repetido ni porque no la recuerde. El amor crece con la dedicación. Cuanto más dedicamos nuestro esfuerzo a una meta, más importante se vuelve ésta para nosotros, más se llena de significado.

Soy una inmadura. Me pasa con el trabajo como con el amor: necesito una chispa inicial, una atracción irracional. Empezando con eso, la pasión me mantiene motivada. Pero eso es un error y lo sé. Tengo que ser más práctica, más tenaz y más constante. No dejar para mañana lo que ni siquiera me apetece hacer hoy una vez que tome la decisión de hacer algo.

¿Qué hago?

Zirbêth, huyendo y perdida.

NO

Yo no pertenezco a este tiempo. No sirvo para la mayor parte de las actividades y exigencias que le caracterizan. No sé sobrevivir en este ambiente, que cada vez más siento que no es el mío. Ni siquiera veo el modo de enfrentarme a este hecho e irme a donde sea que de verdad pertenezco. Ni para eso sirvo.

No, no estoy deprimida. Al menos creo que no lo estoy. Siempre he asociado a la depresión una especie de sentimiento trágico e irremediablemente triste. Y no siento eso. ¿Será el prozac? No, tampoco creo que sea eso, pues hay días en que sí que siento tristeza hasta parecerme insoportable. Es, simplemente, que no me parece que esté haciendo nada especial con mi vida. Debería hacer algo útil, pero no me siento motivada. ¿Cómo lograré motivar a mis futuros alumnos si yo misma no encuentro buenas razones para sugestionarme a hacer nada? En parte debe ser esto a lo que F. se refería cuando hablaba de mi deplorable falta de ambición. Hoy por hoy, ambiciono tener un trabajo sencillo que me de suficiente dinero para poder permitirme no preocuparme demasiado e ir haciendo lo que me apetezca: leer, escribir a ratos, aprender cosas nuevas a mi ritmo, disfrutar de la soledad y la compañía.

Muchos dirán, sencillamente, que soy una vaga. Tal vez tengan razón.

Zirbêth.

sábado, junio 25, 2005

PERÍFRASIS

Lo que tiene estudiar, jeje. Mi memoria es un desastre, así que una de las cosas que me ha molado de estudiar para las opos ha sido en tierno reencuentro con los nombres y definiciones de los recursos literarios. Uno usa estas cosas sin saber que lo hace la mayor parte del tiempo. Como con tantas otras cosas.

Así que, os comento, soy adicta a las comas, sí, pero también a dar tremendos rodeos a la hora de expresar ideas. Sobre todo, si tengo en ánimo gamberro. Am, las perífrasis hacen mis delicias. Espero que no os cansen mucho. Tampoco es que lo haga sistemáticamente, ¿no?

Zirbêth.

SOBREPOBLACIÓN

Bueno, siguiendo en la línea de anunciar cosillas en el blog, esta vez ofrezco, y gratis, hamsters a quien quiera. Son rusos, cariñosos, encantadores, suavitos, no son de esos demasiado evocadores de otros roedores más desagradables propios de plagas y enfermedades de otras épocas (encantadora perífrasis para decir que no parecen ratas) y los hay machos y hembras. ¡Más moooonooooos!

Desde que T. decidió comprarse un macho y, más tarde, que el pobre estaba muy solito y mejor darle compañía femenina, resulta que el índice de natalidad se nos ha disparado y estamos empezando a experimentar cierta inquietud. Se nos cae la baba con las crías, sí, pero los machos son muy territoriales y, en el momento en que los separas, luego ya no hay quien los vuelva a arrejuntar sin que acaben matándose a bocaos, sin importar que sean hermanos. Un desastre, vamos. Tenemos ahora mismo un macho disponible para quien lo quiera ya. Y otros tres están en proceso de crecimiento, para dentro de un mes podremos darlos. Y, ejem, sospechamos que esta semana vamos a aumentar la familia. La hembra que comparte habitáculo con el macho adulto está a punto de reventar, ejem, parir, y sospechamos que al menos tendremos otras cuatro criaturas en menos de una semana.

Pues eso: ¿alguien quiere un hamsteeeeeer? Alimentadores de serpientes, abstenerse. Nuestras simpatías están con los mamíferos, se siente.

Zirbêth.

viernes, junio 24, 2005

RECURRENTE

Seguramente es cosa de los nervios, pero llevo un par de días soñando con cierta situación que, de contarla aquí, conseguiría que los buscadores de caza del zorro y los fanáticos de los insultos se empezasen a encontrar entre mis "lectores". Qué barbaridad, que de insultos, que de rabia, cuanta agresividad. Y lo curioso es que esos sueños no tienen nada que ver con exámenes, oposiciones ni nada que se le parezca. Eso sí, me parece que son un modo que tiene mi subconsciente de decirme varias cosas:
- Eso de "en el amor y en la guerra todo vale" no es un principio con el que esté conforme, de acuerdo o aplique a mi vida. Al menos, de un tiempo a esta parte.
- Que "quien evita la ocasión, evita en riesgo", sin embargo, sí lo es, y me parece que me voy a quitar de en medio una temporada para evitar acabar cumpliendo el sueño.
- Que, lo siento, tal vez suene egoista, pero entre mi paz espiritual, mi estabilidad mental o como queráis llamarlo, y el smial, me temo que opto por lo primero. Al menos, por el momento. Me da miedo que pase como en el sueño y acabe montando un pollo. Lo siento si alguien piensa que soy cobarde, débil o lo que sea. Creo que hago lo mejor, por el momento. Si las circunstancias cambian, ya ajustaré mi decisión a esos cambios.

Y ahora, me voy a estudiar. Mis saludos.

Zirbêth.

jueves, junio 23, 2005

EL PRINCIPIO DEL FIN (MENOS MAL)

Como no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista), para el siete de julio, como muy tarde, habré terminado las malditas oposiciones. Lo de hoy, la sesión informativa, ha sido un vía crucis. Siendo tan sólo para ir a firmar, me he puesto de los nervios hasta el punto de casi caerme redonda de la ansiedad. Menos mal que no llevaba el estómago lleno, porque echo hasta el recibo de compra, vamos. No quiero ni pensar cómo será el día del examen. Pero, ahora mismo, estoy agotada, así que me voy a cenar algo y luego a la camita. Quedan tres días. A ver si, al menos, apruebo el primer examen y consigo entrar de interina.

Zirbêth, gelatinosa.

DÍA NUBLADO

Y yo, como el día. Pero se agradece, consteHa llovido intermitentemente y el aire es respirable, hace una brisa fresca riquísima y yo me tengo que ir de aquí un rato a Alcalá de Henares a firmar. Estoy algo inquieta. En el B.O.E. decía que era acto de presentación para firmar y examen, todo en uno, pero hace unos días me mandaron un mensaje de la academia diciendo que el primer examen era el 27 y que el 23 sólo era el acto de presentación, lo cual confirmaría lo que ya me dijo mi tía Pilar.

La verdad es que está habiendo bastantes irregularidades. El B.O.E. debería haber dejado bien claro en que consisten las pruebas, y no es así. En fin, esperemos que esta tarde nos lo aclaren bien.

Zirbêth.

miércoles, junio 22, 2005

LA FUGA (II)

Esta fue más gorda, lo reconozco. Vamos, que me da un poco de cosa contarlo, vaya a que alguien en esa edad que yo tenía le de por imitarme y la historia acabe en tragedia. En fin, no creo. La mayoría andará jugando en red, viendo la TV o vaya usted a saber qué. Pero empecemos bien, es decir, con unos cuantos datos para ponernos en antecedentes.

Cuando estaba en octavo de E.G.B, creo, tuve mi primer noviete. Sergio había venido a vivir a mi urbanización unos meses antes y nos habíamos hecho amigos primero y confidentes más tarde. A mí me gustaba Eduardo, mi amor platónico desde los nueve años, y él creo que andaba coladito por no sé qué chica de la urba. El caso es que, claro, hablábamos tanto y pasábamos tanto tiempo juntos, que acabamos saliendo. Por supuesto, eso de salir no era más que ir juntos a todas partes y sentarnos muy pegaditos. Al menos, al principio. Pero la cosa es que estuvimos juntos mogollón de tiempo, sobre todo si tenemos en cuenta que teníamos trece o catorce años.

Pero cuando ya llevábamos siete meses, llegó la bomba: nos mudábamos a Córdoba. Eso fue allá por octubre o noviembre, y se suponía que me iba para navidades. Fue un palo, sobre todo el decírselo a él. Malditas las ganas de irme a ningún sitio, pero es lo que tiene ser menor y depender de tus padres. Así que se lo conté y... No recuerdo ni cómo ni cuando se lo dije, ni siquiera cuál fue su reacción. Pero al cabo de poco, cortó conmigo. Ya sé que se puede alzar una ceja escéptica ante la siguiente afirmación, pero la verdad es que le quería mogollón y me dolió mucho. A veces me pregunto qué hubiera pasado de no mudarme. ¿Habríamos sido de esas parejas que empiezan a los catorce y se casan y siguen superenamorados? En fin, mejor de dejo de "futuribles".

Sin embargo, al final resultó que no me iba. Mis padres decidieron que me quedase el resto del curso allí, viviendo con mis tíos. Y cuando pasó un tiempo, me dijo que quería volver y que la única razón por la que había cortado fue porque le dolía que me fuese y quería terminar con ese dolor lo antes posible. Pero yo ya no quise, que se le va a hacer.

Durante meses después de irme a Córdoba, pasaba el tiempo diciendo "Me quiero ir al Puerto, me quiero ir al Puerto, me quiero ir al Puerto...", como la Lola de la canción, aunque ella se iba de verdad, creo. Tanto, tanto deseaba volverme, tanto le añoraba a él y al resto de mis amigos, que acabé fugándome una noche. Una amiga del instituto me dejó dinero para el billete de tren, lo planeé todo para asegurarme de que la noche de la fuga El Capullo estuviese de turno de noche y no me pudiese pillar. Mi mami (hola, mamiiii) tenía el sueño muy pesado, así que contaba con que no se diese cuenta. Y mi hermana era demasiado pequeña para que se coscase de nada de nada. La tarde antes me compré el billete y a eso de las tres de la mañana me fui de casa todo lo silenciosamente que pude. De hecho tanto, que cerré mal la puerta. Me fui andando hasta la estación y cogí el tren de las cuatro de la mañana. Llegué justo a la hora de entrar a clase.

Mi instituto en El Puerto de Santa María estaba justo al lado de la estación de tren. Así que me dirigí directamente a la puerta por la que yo sabía que entraban mis amigos, los cuales, al vivir tan lejos y depender de autobuses, siempre o casi siempre llegaban un poco más tarde. La cara de sorpresa que pusieron fue digna de ver. Alguien murmuró un "¿Y tú qué haces aquí?". Otros me saludaron, aún somnolientos. Y él se quedó de piedra.

No os voy a contar el resto de la visita. Sería demasiado largo, y el post ya lo está siendo sin necesidad de pormenores. Me lo pasé genial, disfruté muchísimo y, pese a lo que pasó después, sigo pensando que mereció la pena. Antes de coger el tren de vuelta, coincidiendo con uno de mis supuestos recreos en el instituto, llamé a casa y le dije a mi madre que iba a estar haciendo no sé qué de los scouts y que llegaría algo tarde. Creo que llegué a Córdoba a eso de las seis y, claro, me fui directa a casa de mi amiga a contarle mi aventura. Ese fue mi error. Me quedé hasta bien entradas las ocho y cuando llegué a casa, me calló la del pulpo.

Agaché la cabeza, dispuesta a asumir mi culpa, y dejé que me gritarán y tal... ¡hasta que me di cuenta de que me estaban acusando de algo que no había hecho! Resulta que un compañero de trabajo de mi padrastro, El Capullo, me había visto en horas de clase, a eso de las doce (o tal vez no, tal vez fue más tarde, después, claro está, de mi llamada a casa para avisar de que me retrasaría), dándome el lote con un chico en no sé que plaza o parque. Así que este había llamado a mi padrastro, que a su vez llamó al instituto (¿o fuiste tú, mami?) para ver si yo había faltado a clase y, claro, le dijeron que sí.

Yo alucinaba. Pese a la enorme bronca que me estaba cayendo, una parte de mí se sentía de lo más divertida. Porque, evidentemente, yo no había estado en ningún parque, plaza o lo que fuera, dándome el lote con ningún chico. Y me acordé de Yolanda, una chica de mi instituto que podía perfectamente pasar por mi hermana (más que la auténtica, porque no nos parecemos nada), y me la imaginé liada con su novio y escaqueándose de clase. Lo que son las casualidades. Así que me puse a tratar de convencer a mi madre de que no me había liado con nadie ni me había escapado del instituto para algo tan absurdo. De hecho, si no recuerdo mal, era la primera vez en mi vida que hacía pellas (al menos, de más de una hora). ¡Aunque le confesé la verdad, no me creía! Después de un rato discutiendo, me fui a mi cuarto y saqué los billetes de tren. Era la segunda vez que la cara de alguien me miraba con estupefacción e incredulidad y, pese a los gritos que siguieron, y a la bronca y el castigo, la verdad es que no conseguí que se me borrase la sonrisa de la boca.

Me gustaría decir que me arrepiento, pero estaría mintiendo. Ahora lo veo y pienso, "por Eru, Zirbêth, que mal rato debiste hacerle pasar a tu mami", y comprendo que me pasé tres pueblos y que fui temeraria e irresponsable. Pero necesitaba de verdad ver a mis amigos, los echaba terriblemente de menos y aquello me pareció toda una aventura. Pensad que sólo tenía quince años y, bueno, no se me ocurre ninguna buena razón para justificarlo.


Zirbêth, running away.

Pd/ Nunca le devolví a mi amiga su dinero, soy lo peor de lo peor. A ver si algún día la encuentro. Se llamaba Elena.

Pd2/ A Yolanda y a mí siguieron confundiéndonos una temporada, hasta el punto de que a veces nos llamabamos la una a la otra por el nombre de la otra.

FIRMA

Aunque sé ser todo los educada y respetuosa que haga falta, la verdad es que ansío el tuteo, ese que hace que las personas se vean como iguales pese a las diferencias que pueda haber de edad, economía, sexo, cultura, etc. Que un chaval me hable de usted o me llame señora me descorazona. Menudas barrera y etiqueta, así, de un silabazo, me han impuesto. El respeto no tiene nada que ver con que me llamen de usted: pueden usar las fórmulas lingüísticas más adecuadas, pero estar faltándome el respeto del modo más miserable y absoluto.

Pero hay que entender que no es así para todo el mundo, especialmente cuando nos dirigimos a personas de más de cincuenta y sesenta años. Así que, pese a mis preferencias, cuando por fin me toco tras larga espera en la cola, me dirigí a él con ese trato en parte deferencia y en parte respeto miedoso. Nunca antes me había atrevido a hacer algo así, y no iba en absoluto preparada ni predispuesta. Por eso, cuando descubrí que ambos estábamos en el mismo lugar y tiempo, me gasté los pocos cuartos que llevaba en una copia de la novela con la que le había descubierto y que tanto me había gustado (maravillada se acerca más al estado en que me mantuve durante los días que duró la lectura). Ya la tenía en casa, me hubiese gustado que fuese ese ejemplar que ya había leído dos veces el que me hubiese firmado. Pero no pudo ser y, por una vez, sentí el deseo de acercarme y conseguir su dedicatoria.

Por supuesto, no es lo mismo que cuando la dedicatoria es tras una buena conversación, en la que has tenido tiempo de conocerle un poco y dejarte conocer, de que de verdad le hayan entrado ganas de decirte algo que sea digno de una dedicatoria. Ya he dicho que nunca lo había hecho y, salvo ese día, nunca más lo he vuelto a hacer, por el momento. Pero, no sé, la sangre me burbujeo, el corazón me latió cual traqueteo de tren y me coloqué en la cola para conseguir su libro firmado.

Mientras esperaba, mis pensamientos saltaron más que los electrones de un átomo ionizado. ¿Que le voy a decir? Este señor, con tatos años, con tanto escrito, con tanta vida y tantas colas de lectores a sus espaldas, ¿qué no habrá escuchado ya? Finalmente llegó mi turno. Estaba muy nerviosa y decidí que, dado que la originalidad no era una opción viable, la sinceridad era mi mejor alternativa:

"Muchas gracias por haber escrito este libro tan maravilloso", balbuceé, nerviosa, con la trava luengada, sudando de emoción y calor (la Feria del Libro de Madrid suele ser una sauna). Y él me miró, sonrió y soltó una ligera carcajada. "De nada, ha sido un placer". Luego plasmó su rúbrica en mi vergonzosa edición recién comprada de "La vieja sirena", y yo me fui de la cola como flotando de felicidad pero con la amarga sensación de que mis palabras sonaron torpes y dudando mucho que las fuese a recordar.

Pero mira, por ahí lo tengo, creo, en alguna de mis cajas atestadas de libros. José Luis Sampedro me dio la mano y me firmo en mi nueva edición de "La vieja sirena", que ya en el tren de vuelta a casa fui leyendo, a modo de homenaje y para saborear, una vez más, la magia de sus páginas.

Zirbêth.

CREMA DE PIES

Pues sí, esa ha sido la solución para mis problemas de abrasión química en la cara: crema de pies, sabio consejo de mi muy honorable mamá. Ya puedo sudar feliz, es decir, sin dolor.

Zirbêth.

SE BUSCA

Parte de mí no escribir casi y no parar de soltar idioteces egocéntricas se debe al calor, y parte a que estoy al borde de un montón de cambios. Se aproximan los exámenes, necesito, independientemente de los resultados, un trabajo para este verano. Necesito encontrar, así mismo, un piso nuevo donde vivir, y malditas las ganas que tengo. Necesito unas vacaciones fuera de Madrid, no soporto este calor. O sí lo soporto, pero preferiría no tener que hacerlo. Quiero conocer gente nueva y, en especial, algún buen mozo que me haga perder la cabeza y, por una vez, la pierda él por mí.

Voy a tratar de organizar la información:

1. Se busca piso en Madrid capital, de unos 100 metros cuadrados aprovechables, al menos tres dormitorios, calefacción y un baño, al menos. Sería genial que la cocina estuviese provista de frigorífico, hornilla, horno, extractor de humos y lavadora. Si encima tiene algo más, pues ya os digo. Necesitaríamos (porque es para mis compañeros de piso y para mí) que al menos dos de los dormitorios dispusieran de cama, sería genial que hubiese armarios empotrados y el colmo ya sería que hubiese dobles ventanas o acristalamiento. Por lo demás, bueno, mejor semi amueblada que pelada o mega llena de muebles, aunque las estanterías serían muy bienvenidas. El precio... que a nadie le de la risa tonta, por favor: rondando los 850 euros al mes.

2. Se hacen traducciones del inglés al español y se corrigen textos. Como traductora llevo trabajando desde 1999, primero para el periódico La Farola y más tarde para clientes privados. Casi siempre se ha tratado de libros de carácter técnico (física, óptica, aerodinámica, química, microscopía, psicología, biología...), aunque a veces he traducido textos literarios y algún artículo sobre economía. Como correctora de textos, empecé de un modo un tanto casual, pasando trabajos de compañeros de la universidad a ordenador, pero debido a cierta manía perfeccionista en cuanto a la gramática acabé ofreciendo tanto el volcado al texto por ordenador como la corrección integral de los textos (trabajos, tesinas, tesis, trabajos de doctorado...). Más tarde, también trabajé como correctora para el periódico ya mencionado y para la editorial Turner Publicaciones. También he trabajado en dicho periódico como entrevistadora y redactora.

3. Se busca sitio fresquito donde pegar la gorra, o amigos con los que ir de excursión o echarse al monte. Me gustaría poder decir que estoy disponible de tal a cual fecha, pero hasta que no solvente lo del piso y las oposiciones, no sé muy bien que va a pasar. Pero si alguien ansía unos días de bosques y riachuelos (si es que hay alguno no seco), que me lo diga y, tras los exámenes, nos escapamos. Seguro que de esa, consigo adelgazar. Si apruebo las oposiciones, entonces puede que me plantee algo más serio (¿un inter-rail?).

Bueno, creo que por el momento ya he pedido casi tanto como hacienda, o más. Así que voy a ver si me doy una ducha fresquita y me echo a intentar dormir con más éxito que ayer.

Por cierto, razón aquí, o aquí.

Zirbêth.

martes, junio 21, 2005

DESESPERACIÓN

Como bien me dijo ayer mi madre, esta espera a los exámenes es casi como los últimos días antes de un parto, pero sin tobillos hinchados y, admitámoslo, va a doler menos. Puf, que haraaarrrrrta estoy. Ya sólo quiero terminar, me da igual todo lo demás. Me agobia el poco dinero que me queda, quiero ponerme a traducir o a trabajar en lo que sea y se acabó. Puf, de verdad, que con este calor no hay quien lo soporte más. Deberían hacer los exámenes en abril o mayo como muy tarde, porque este calor es desesperante y, además, si has de sobrevivir en verano, más vale que busques trabajo antes de que este llegue.

Zirbêth, con el día quejica.

lunes, junio 20, 2005

MAÑANA OTRA VEZ

A ver si esta vez consigo llevarlo adelante al menos dos semanas. Mañana reinicio el intento de perder peso. Comida sana, fuera helados y galletas y demás guarradas. Mucha verdurita y carnes y pescados a la plancha. Frutas ligeras y poco más. Ah, agua, mucha agua. Hasta del aceite de oliva voy a pasar, fíjate lo que te digo. Estas dos semanas que vienen, por favor, no me tenteis con delicias ni ocasiones que lleven a estar frente a frente con delicias. Estas dos próximas semanas, como que me llamo Zirbêth, que pierdo al menos tres kilos. Hola biciiii.

Zirbêth, con más calor del humanamente soportable.

domingo, junio 19, 2005

INTENSIDAD

Últimamente siento como que no siento. Salvo cuando me enfado, claro. A lo peor es que los enfados son tan gordos para compensar la falta de intensidad en otras emociones. Quiero sentir, lo echo tanto de menos. Supongo que estoy cansada de este descando emocional. Pero el mercado de hombres no parece estar demasiado bien provisto. O será que no voy a las horas adecuadas ni a los lugares adecuados.

Me quejo de vicio. O me quejo mal. Lo que quiero es esa sensación de descubrir a alguien y que me interese desde el primer instante. Luego... luego me quedaré ciega a sus defectos y en unas semanas, meses o lo que sea, volveré a tener el corazón roto.

Asco de rutina.

Zirbêth.

MIGAJAS

Decía Isabel Allende en su "Plan infinito", que el sexo era el sonido y el amor la música. Supongo que música y relaciones van en paralelo en su simplificación: las discotecas llenas de gente bailando al ritmo de una serie de ruidos encadenados que bien podrían ser fruto del funcionamiento de una fábrica sumado al escándalo del tráfico. Con esa paseudomúsica, los bailarines agitan dentro de sus cuerpos las diferentes bebidas, tal vez algo más, en un frenético intento por salir de ellos mismos. No están socializando, si no todo lo contrario, aislándose con muros de ruido. Así impersonalizados, es todo más fácil. No se pide nada de nadie, sólo se actúa dejándose llevar.

Alguna vez lo he hecho. Alguna vez he bebido y bailado hasta caerme redonda o acabar besando a algún desconocido. Es un no ser que no carece de cierto atractivo. En un mundo donde cada vez se tiene menos tiempo para ser uno mismo, no ser nadie es una idea atractiva y más factible.

Sin embargo, yo sigo prefiriendo los bares donde la música permite hablar, conocerse, interactuar, que se dice ahora. Se sigue bebiendo, para superar la inhibición o por placer. Un buen vino no es lo mismo que un chupito de bourbon. Una buena conversación que acaba en un beso y quien sabe que más no es lo mismo que liarse con alguien ebrio de alcohol, sudor y caos. Ambas cosas pueden resultar placenteras, pero hay una diferencia básica por la cual prefiero el bar tranquilo al la discoteca ruidosa: en el primero voy a ser yo, a compartirme, a conocer a otros que quieren a su vez ser ellos. Voy a socializarme, vamos.

Bien, pues con las relaciones de pareja me pasa los mismo. Reducirlas a sólo sexo me parece estar quedándome en la superficie, en lo básico. Me parece genial que uno pueda tener sexo con quien quiera cuando quiera sin ser juzgado por ello, sin que se le cuelgue la etiqueta de amoral o mala persona. Pero prefiero tratar de buscar en el otro el compartir algo más, la mutua entrega, no sé.

Las relaciones de sólo sexo me parece conformarme con las migajas.

Zirbêth.

sábado, junio 18, 2005

A PETICIÓN DEL PÚBLICO

Eso sí, vayamos por partes. Pedro es un encantador muchacho de alrededor de cincuenta y cinco años. Es voluntarioso, constante, un estupendo cocinero y quiere a mi mami un montón. ¡Y encima me regala libros! ¿Se puede pedir más? ¿Contento, anónimo?

Devon, hijo, gracias por las sugerencias. Trataré de aprovechar la mañana a menos de treinta grados y te (os) hablaré de mi afición a la fantasía y el rol.

Ya he contado que era una niña solitaria y torpona (me paso la vida hablando de mí, debería titular este blog Memorias de una egocéntrica). Y que, con tres años, mi abuelo me enseñó a leer. Mis tías, las hermanas pequeñas de mi madre, eran por aquel entonces adolescentes. Recuerdo que tenían las estanterías de sus dormitorios llenas de figuritas de barro de marcianejos y bichines tipo mariquitas. También recuerdo que una de ellas había pintado una rosa preciosa en la pared.

Imagino que el vivir en un pueblo y que no hubiese a su alcance tanta tecnología ni tanto bar tenía bastante que ver con que desarrollasen las facetas creativas de su carácter. Creo que, además, fue una de ellas quien me inició en la fantasía de Tolkien. Tengo la impresión de que me leían el Silmarillion, porque años más tarde... Bueno, esa anécdota la cuento otro día.

Me leían muchos cuentos, tenían libros sobre hadas y gnomos que me parecían absolutamente maravillosos. Las imágenes me fascinaban, pero no menos las historias. Creo que ellas me leyeron las aventuras de David el Gnomo mucho antes de que fuese serie animada de televisión, y a saber cuantas cosas más. Me recuerdo sentada con ellas en sus camas, o en las literas del cuarto de mi tío. Bueno, en realidad el recuerdo es más segmentado. Recuerdo la sensación del libro en mis piernas desnudas colgando en el aire a muchos centímetros del suelo, el tacto del papel entre mis dedos, un papel grueso y brillante con ilustraciones de hadas parecidas a plantas, frondosas y verdes.

No es de extrañar, por tanto, que de siempre me haya gustado jugar más con la imaginación que con objetos o juegos. Por eso no me hago adicta de los videojuegos, ni a los juegos tradicionales de mesa (vale, a rachas un poco). Y, sin embargo, no puedo pasar sin leer, me gusta el teatro, actuar, hacer manualidades, coser. ¡Imaginación y creatividad al poder!

Bien, todo eso, está reunido en los juegos de rol.

Zirbêth, que seguirá en otro momento.

OTRO POST SOSO

Bueno, hoy he cobrado y he podido acercarme a la farmacia y comprarme una poción de aloe para tratar de mejorar el penoso y escozoso estado de mi piel. Ha hecho un calor infernal, aunque, afortunadamente, se ha levantado hace cosa de media hora una brisa que, si no fresca, al menos hace las veces de ventilador gratuíto. Tal vez hoy sea más fácil conciliar el sueño. (Portazo, y bote de la que escribe, como para ratificar que sí, que hace aire.).

De verdad, no sé qué contaros. El calor me tiene idiotizada (todavía más que de costumbre). Eso sí, acabo de alzar la vista del teclado, porque me ha parecido ver algo por el rabillo del ojo, y se me ha acelerado el corazón salvajemente. Juraría que, por un instante, un rostro femenino flotaba fuera de mi ventana. Jo, que susto.

Vale, el calor me hace tener alucinaciones. O eso, o el helado era de algo más que nuez.

Bueno, algo interesante. Me acabo de leer La noche del oráculo, de Paul Auster, un regalo de Pedro, y me ha encantado. Ha sido todo un descubrimiento, me encanta como escribe, así que ya me he hecho del que creo que fue su primer trabajo, o sus primeros tres trabajos, agrupados en la Trilogía de Nueva York: Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Si no estuviese muriéndome de calor, os buscaría una cita del primer libro, pero pese a la hora, a que el sol se fue a dormir hace ya rato y a la ducha fresca, yo sigo con los plomos fundidos. Así que os dejo y me voy a hacer algunas libaciones a los dioses, a ver si se apiadan de nosotros y llueve un poco.

Zirbêth.

miércoles, junio 15, 2005

MALDITA SEQUÍA

En Madrid, creo, ya han empezado a abastecernos con agua de los pozos. Y me da a mí que la cargan de cloro cosa fina, y que debe de ser peor. Porque tengo la piel hecha una verdadera pena. La cara la tengo como rasposa, como si se me hubiese quemado, y eso que sólo me mojo la cara cuando me ducho, el resto del tiempo uso toallitas limpiadoras. Pero nada, da igual. Especialmente el lado izquierdo de la cara, lo tengo abrasado, dolorido y de mal ver. Por más cremita que me pongo nada, sigue abrasado. Estoy por dejarme la roña todo el verano. Ya me puedo ir olvidando de piscina este verano, porque ya sería el colmo, vamos. O eso, o me embadurno en, no sé, vaselina, para que el cloro no me toque la cara.

¿Alguna sugerencia? Pupa nena, jo.

Zirbêth.

¿Y POR QUÉ NO?

Mucha gente usa su blog como página personal en la que incluye su vida laboral y demás. Yo no es que quiera poner ahora mi curriculum vitae, me da pereza, pero estoy sopesando poner algo como un anuncio en la barra lateral. A fin de cuentas, podría ser que alguien que pasase por aquí necesitase los servicios de una traductora de inglés a español y correctora de textos con experiencia de ya muchos años. Cuando alguien se anime a venir a ayudarme a cambiar un poco el look del blog, a ver si lo incluyo. Pero vamos, que no tenéis más que decirmelo vía e-mail.

Zirbêth.

martes, junio 14, 2005

EL LADO OSCURO...

Lo siento, he sido débil. Pero me ha entrado un hambre furiosa, canina, incontrolable... de hamburguesa del Mugreking. Y he ido y me he comido unaaaa

He caído en el lado oscuro.

Zirbêth, que seguiría comiendo...

LA DELGADA LÍNEA...

No, no me refiero a mí línea, que sigue redondita y deseosa de chocolate, helado y tartas de zanahoria made in Derrilyn's horno (babas mil). Ni a la roja esa de la peli.

Me refiero a otras. Por ejemplo, a esa que yo pisoteo demasiado a menudo, cuando estoy enfadada y me vuelvo ofensiva, cuando debería tratar de permanecer asertiva. O a esa otra que limita la difusa diferencia entre ser diplomático y ser un hipócrita. Yo soy de las que pisotean la supuesta diplomacia sin demasiados escrúpulos, pero puede que me equivoque y que deba tener más manga ancha y sopesar mejor los pros y los contras, lo que gano y pierdo...

Va a ser que no. Yo soy autocrítica y me permito pasarme por el forro las leyes de la diplomacia, ¿vale? Pues es lo que hay, así que...

Zirbêth.

lunes, junio 13, 2005

BAJO EL AGUA, ENTRE ÁRBOLES

Necesito una escapada. Me da igual que sea al mar o a la montaña.

Si es al mar, y el agua no está demasiado fría, me sumergiré para que los sonidos se amortigüen, cambien, desaparezcan unos y aparezcan otros. Rodeada de agua. Haré como solía en esos veranos en el sur con mis abuelos: bajaré buceando y luego estiraré el cuerpo, brazos y piernas, y me dejaré llevar hasta que las leyes de la física me devuelvan a la superficie. Con los ojos abiertos, para ver jugar la luz entre ondas y burbujas, para salir de nuevo a la superficie cuando el aire me falte y coger una enorme bocanada de aire, como si fuese la primera vez que respirase en mi vida.

Si es la montaña, quiero que sea una llena de árboles. Sumergirme en el bosque como lo haría en en agua. Sin sonidos de la civilización, con el aire creando música con el roce de las hojas y las ramas. Escuchar a los pájaros, a los insectos, perderme en la contemplación del agua que corre de un riachuelo, subir a la cima más alta a mi alcance y quedarme allí, en ninguna parte y en todas a la vez. Quiero dormir bajo la luz matizada de sombras de la luna, con mil ruiditos que no seré capaz de identificar, que me llueva, si quiere, que el sol me broncée y el viento le ayude. Meter los pies cansados y ardientes en el agua helada, comer sentada en una roca.

¿Alguien se apunta?

Zirbêth.

LA FUGA

Cuando vivía en Gerona, fui protagonista de dos "fugas". La dos motivadas por la misma razón, las dos muy seguidas y ambas con idénticos resultados: susto de mi madre, zurra y castigo sin ver los dibujos.

Después del cole tenía conservatorio. Estaba haciendo el preparatorio de solfeo. Salía del cole y me iba andando, con mis seis o siete años, no recuerdo bien la edad, hasta el conservatorio, que estaba a una distancia respetable, creo, aunque todo por la misma zona del casco antiguo. Yo vivía, si la memoria no me falla, en la Calle Clavería, muy cerquita de la catedral y de mi colegio, del cual ya no recuerdo el nombre, pero era a la vez colegio y asilo, y quedaba también relativamente cerca. Las calles eran empedradas, los vecinos colgaban las basuras en unos ganchos en las paredes y rociaban la zona con polvo de azufre, para evitar que las alimañas rompieran las bolsas en busca de comida. Las calles estaban muy limpias, al menos por contraste con las de Andalucía, donde luego viví muchos años. Entre la catedral y mi casa había una plazoleta en dos niveles, y el de arriba daba a la fachada de mi colegio, aunque al lado que pertenecía al asilo. Creo que el conservatorio quedaba en sentido opuesto a la catedral respecto de mi casa.

Pues bien, supongo que al salir del cole me distraería jugando y que esa sería la causa de que llegase tarde al conservatorio. Pero era muy vergonzosa y me aterraba la idea de entrar tarde en clase. Si os soy sincera, no sé muy bien si se debía a que nos regañaban si llegábamos tarde o si era más bien cosa de que verme centro de las miradas de toda la clase me aterraba. Era la más pequeña del curso y no le caía bien a algunas de las niñas, vaya usted a saber por qué.

Una de las veces que llegué tarde, me fui a casa de un amiguito del cole. No recuerdo su nombre (¿Salva, Lucas?), pero era un niño dulce y tímido, delgaducho y desgarbado, soñador como yo, solitario. En el cole se metían bastante con él, creo recordar que le llamaban mariquita, porque no se pegaba ni jugaba a cosas de niños. Le gustaba estar conmigo y otras niñas, que jugábamos en uno de los columpios del patio a que era una nave espacial, mientras que Domingo y su pandilla jugaban al balón, a las luchas y demás. Pues bien, este amiguito vivía justo frente al conservatorio, así que debí irme a su casa a pasar el tiempo de esa clase, para no ir a la mía y ganarme una regañina. Lo malo es que, claro, cuando dos críos de seis años se ponen a jugar, el tiempo como tal deja de contar. Es probable que su madre me preguntase si mi madre sabía donde estaba, y es aún más probable que yo le mintiese (es lo malo de las mentiras, que acaban generando muchas más, que se apilan en una desequilibrada columna que, tarde o temprano, se viene estrepitosamente abajo). Su madre nos dio la merienda, pan con chocolate (sí, este detalle lo recuerdo bien, es curioso) y me contó que cuando el curso anterior su hijo había faltado al cole por romperse un brazo, la razón había sido que los reyes le habían traído un disfraz de Superman y él había decidido que los poderes de Klarc Kent debían residir en el traje. Se había lanzado a volar desde la ventana. Menos mal que vivían en un piso muy bajo y eso fue todo lo que se hizo...

Debí llegar a casa muy tarde. En cualquier caso, ya había caído la noche. Mi madre estaba compresiblemente enfadada, preocupada y nerviosa. Me dio una zurra, probablemente de puro nervio, como me pasó a mí con mi hermana una vez (ya os lo contaré), más que por motivos pedagógicos. Recuerdo retorcerme para evitar que me diera en el trasero, llorar, patalear. Y, al final, me mandó a mi cuarto y me castigó sin ver la programación infantil del sábado (Paulova Pinchadiscos, que me encantaba, tal vez Mazinguer Z o Comando G).

Menudo disgusto le di a mi madre cuando, creo que a la semana siguiente, repetí la fuga. Pero eso, os lo contaré otro día.

Zirbêth.

domingo, junio 12, 2005

ASPECTO

Creo que mi blog se parece a mí. Lleva abierto más de un año y, en todo ese tiempo, he añadido cosillas, pero no he cambiado, por no cambiar, ni siquiera el color del fondo. Bueno, cambié el nombre, pero de eso hace ya mucho, y cambié, creo, el título en la barra lateral de los enlaces a otros blogs. ¿O no?

Por fuera, salvo por subidas y bajadas de peso, llevo años sin cambiar de look. Mismo corte de pelo, largo y recto, casi siempre pelirroja zanahoria (ya véis en que quedó mi aventura capilar de antes de Navidad), y aunque me esfuerce a rachas por vestir con más colores o me modernice un poco, la verdad es que casi siempre llevo el mismo aspecto y que, cuando no es así, me siento disfrazada, y disfruto del disfraz.

Los cambios en mí, y en el blog, son más bien de otra índole. Emocionales, intelectuales. No sé bien como explicarlo. Tal vez el que por fuera parezca que no cambio mucho no sea más que una contrarreacción a que por dentro siento esos cambios intensamente.

Vaya racha egocéntrica que llevo.

Zirbêth.

DÁNDOLE VUELTAS AL COCO

Mmmmmm. He estado mirando varias cosas:

1. Posibles convalidaciones en las universidades de Madrid, para hacer las asignaturas que me queden de la opción de Inglés de Magisterio. La cosa, me han dicho, está bastante fastidiada. Al parecer, primero has de matricularte y pagar, y luego ya verán si te conalidan, qué te convalidan, etc. Y otra pega: aún cuando todo vaya bien en el tema de las convalidaciones, resulta que tienes que ir año a año con las asignaturas que tienen más de un curso (por ejemplo, inglés I, inglés II e inglés III)

2. Hacer Filología Inglesa. Me llama más Hispánica, pero siendo sinceros, sería más práctica la inglesa. Por otro lado, es de mayor nivel que la opción de magisterio que ya he comentado. Al tener ya la diplomatura de magisterio, no tendría que hacer el curso de adaptación pedagógica, aunque, eso sí, son cinco años, y me temo un poco, la verdad. Planes que ocupan tantos años hay que pensárselo muy bien. Aunque creo que lo voy a hacer.

3. Curso de corrección profesional. Es este verano, sólo unos pocos días, y está muy interesante. Hace mucho tiempo que quiero hacerlo. Ya sé que la cosa va de ser maestra, pero creo que dado que ya tengo un pie metido en esto de las correcciones y las traducciones, y conozco a alguien que me dijo que le mandara un currículum, debo aprovechar y hacerlo. Corregir es un trabajo agradable que uno puede hacer desde casa, donde se aprenden cosas dispares, que no está mal pagado... El precio es algo alto, pero menos que uno de los cursos del British Council.

4. Curso de traducción profesional. En esto sí que llevo ya muchos años y sí que se gana bastante pasta. Me interesa mucho, porque un título abre muchas puertas, pues a veces, ante dos traductores que han pasado la prueba, se quedan con el que mejor título tiene... Y yo no tengo ningún título de traducción. Este es más largo, dura de octubre a junio, aunque sólo hay un día de clase a la semana. Tanto este curso como el anterior son de la misma academia, y el contacto del que hablaba antes me los recomendó porque, al parecer, nutren a muchas editoriales de Madrid tanto de correctores como de traductores.

5. Escuela de idiomas. La verdad es que todo el mundo me habla fatal de ella, pero resulta que son los únicos cursos de idiomas homologados por el Ministerio de Educación y Ciencia para computar en las oposiciones. Absurdo, pero cierto. Así que toca meterse en ellos, me guste o no. Total, son baratos y, si quiero mejor nivel, ya me buscaré alternativas. Hay que seguir con el inglés y me gustaría iniciarme en otro idioma, en plan tranqui. Pero vamos, no creo que lo haga este año.

Todo esto, por supuesto, depende en mayor o menor medida del resultado de las oposiciones. Si suspendo, no pasa nada, que no cunda el pánico. Ya tengo trabajo de traductora, no me voy a morir de hambre ni nada de eso. Es más, probablemente me pueda permitir más fácilmente hacer esto que me gustaría hacer, pues de aprobar me arriesgo a que me manden a Las Kimbambas y que me sea materialmente imposible asistir a los cursos presenciales. En fin, que hasta dentro de unos días, en realidad, no puedo tomar ninguna decisión. Hombre, lo de la Escuela de Idiomas está claro que sí, pero el resto... El resto está por ver. Necesito, en cualquier caso, pasta para poder financiármelo todo.

En fin, a ver si hay suerte.

Zirbêth.

sábado, junio 11, 2005

DIEZ DE LA NOCHE DEL SÁBADO

He terminado de traducir el libro de aerodinámica de velas en que estaba trabajando. Si me mirase el trasero en el espejo, probablemente podría comprobar, con sentimiento cercano a la satisfacción, que se me ha borrado la raya. Con esto, más o menos puedo relajarme hasta dentro de un mes, más o menos, momento en que tendré que pagar el alquiler y esas cosillas y será el momento de ponerme manos a la obra con el nuevo tocho a traducir, no vaya a ser que me quede sin comer, con lo que me gusta.

Pero, como decía, son las diez de la noche del sábado, y estoy aquí sentada, frente al ordenador, con la satisfacción del deber cumplido, pero sin planes para irme por ahí. Ni pelas: he vuelto a olvidarme de sacar dinero del banco, así que toca recluirse hasta el lunes. Tampoco es que me apetezca, la verdad. Saldría, si acaso, a dar un alrgo paseo por la noche de la zona antigua de Madrid, como ya he mencionado otras veces. Pero me parece que no hay con quien. La persona con la que me apetecería está demasiado lejos y ocupada (un concierto, que morro). El resto, ilocalizables...

¿Qué hago? Me vería una peli, pero no sé, no hay ninguna que me apetezca, y menos si hay que verla en la pantalla del ordenador, que es tft de las malas. ¿Alguna serie anime mientras pedaleo? Sería una opción. Ummmm. No sé, es que me he dado una paliza hoy y estoy un poco atontada.

Zirbêth.

SI SUPIERA

Si supiera (o supiese) subir fotos al blog, podría montarme (o intentarlo) una sección de costura. No como el de Baya, que es hágaselo usted mismo, sino más bien enfocado a hacer negocio de mis dotes costureras en entrenamiento. Curiosamente, hay una demanda al alza de trajes, mmmm, digamos poco habituales por parte de aficionados a esto de rolear, de disfrazarse, del salir de gotikeo y demás.

Y a mí me encantaría poder sacar partido a esto que tanto me gusta y tan creativo me resulta de coser vestidos medievales, romanos, etc. Me encantaría, además, ir aprendiendo diferentes "oficios", como trabajar el cuero, metales, cuerda, etc.

Quien sabe, si llegase a ser buena, incluso podría hacer trajes de novia (disfraces, a fin de cuenta) y ganar pasta con ellos. Ojalá pueda hacer algún curso de corte y confección o algo así. Y si nuestra sociedad siguiese avanzando, a lo mejor se podría empezar a vestir como a uno le diera la gana sin que te mirasen mal por la calle. No cosas demasiado aparatosas, pero sí a mi gusto, hechas por mí.

Vale, sigo soñando.

Zirbêth.

QUERIDO DIARIO

Últimamente esto parece un diario. Yo no he escrito un diario en la vida. Pero, no sé, supongo que es bastante lógico que, dado que ahora no me paso el día sola en un país extraño (vale, no tanto) y que el tiempo dedicado a leer ensayo se ha visto sensiblemente reducido (a leer, en general), pues no estoy tan reflexiva como otras veces. Ni siquiera se me ocurren anécdotas divertidas para contaros, puesto que son más bien pocas las que a una le ocurren cuando está metida en casa la mayor parte del tiempo.

Vamos, que siento estar tan poco inspirada, pero supongo que ya se me pasará. En fin, voy a desayunar y a traducir un rato.

Zirbêth.

viernes, junio 10, 2005

JOROBA

Me he despertado hoy con el paladar hecho una paella, lleno de llagas, y no sé cuál puede haber sido la razón. No he comido chuches ni guarrerías más allá del helado de yogourt del Fresco. Pupa nenaaaa.

Zirbêth.

¡LAS ENCONTRÉ!

Menos mal, ya pensaba que me había quedado sin ellas. Estaban en el coche de T., quese ve que la otra noche, como iba tan cansada y medio dormida, se me calleron y no me di cuenta. Que susto más grande, jo.

¡Veooooo!

Zirbêth, y sus gafas.

JADED

¿Me pregunto si trataba de decirme algo cuando le dio por esta canción?

Jaded.

Hey
J-j-j-jaded
You’ve got your mama’s style but you’re yesterday’s child to me
So jaded
You think that’s where it’s at but is that where it’s supposed to be?
You’re gettin’ it all over me
And serrated ? ? ?


My, my, baby blue
(yeah I’m thinkin’ ’bout you)
My, my, baby blue
Yeah, you’re so jaded
And I’m the one that jaded you

Hey
J-j-j-jaded
In all it’s misery it will always be what I love and hated
And maybe take a ride to the other side we’re thinkin’ of
We’ll slip into the velvet glove
And be jaded

(w/) yeah, I’m so jaded
And baby I’m afraid of you

You’re thinkin’ so complicated
I’ve had it all up to here
But it’s so overrated
Love and hate it
Wouldn’t trade it
Love me jaded

Hey
J-j-j-jaded
There ain’t no baby please when I’m shootin’ the breeze with her
When everything you see is a blur
And ecstasy’s what you prefer

(w/) (blue, blue, blue, yeah)
(I’m talkin’ ’bout you)
(blue, blue, blue, blue yeah)
(yeah, been thinkin’ ’bout you)
My, my, baby blue
Yeah, you’re so jaded (baby)
Jaded (baby)
You’re so jaded
’cause I’m the one that jaded you

Aerosmith.

Zirbêth.

jueves, junio 09, 2005

ME PARECIÓ VER UN LINDO GATITO...

¡Es cierto! ¡Es cierto! ¡Es un lindo gatito!

Me explico. No me he comprado ningún felino, ni lo he cogido de la calle, ni nada de eso. Es que Gato ha venido a Madrid, de paso hacia Valencia. Ayer S. y yo nos preguntamos qué sería de él, y por la noche, el elfo me preguntó exactamente lo mismo. Y, claro, aquello funcionó cual invocación en ritual mágico.

Me alegra decir que está estupéndamente.

Zirbêth.

DIFERENCIAS

Mi familia es, básicamente, muy sentimental. Las cosas que ocurren, las discusiones, los desencuentros, les afectan mucho. A mí también me pasa porque, por muy prima rara de la familia que sea, sigo siendo de la familia. Y un modo generalizado de protegernos de los vaivenes emocionales es alejarnos del resto.

Así que, cuando hay una discusión, la gente se aleja. Se enfadan y demasiadas veces no se perdonan. Pero no todos somos así. Por eso, pese a las dos broncas monumentales que tuvimos S. y yo, ya estamos como siempre. Hay que saber perdonar, que entender que a veces uno se pasa y en realidad a quien más duele es a uno mismo. Y que lo importante es todo lo demás. Seguro que psa un montón de tiempo antes de que vuelva a haber ningún otro roce entre nosotros, y que ninguno será tan bruto.

Zirbêth.

miércoles, junio 08, 2005

SE BUSCAN

He perdido las gafas. Es más que probable que estén en algún oscuro rincón de mi dormitorio, que, como ya he dicho, es un absoluto caos (mi primo dice que no tanto, pero es que, como venía gente, he metido a saco un montón de cosas en el armario, modo si se abre se cae todo...).

En cualquier caso, si alguien las ha visto, que me lo haga saber, por favor. Soy un desastre y no sería la primera vez que me las dejo en algún mostrador o similar...

Zirbêth, obtusa.

LA FAMILIA ES IMPORTANTE

Cada uno de los últimos cuatro días, para ir a visitar a mi abuela al hospital, tenía que pasar por un pasillo en el que, a la izquierda, estaba la puerta de la capilla del sanatorio, y a la derecha y frente a ésta, un cartel convocando a una reunión conferencia bajo el título "La familia es importante". No he pasado ni una vez sin que algo se me revolviera por dentro.

Primero pensé "¡Vaya obviedad!", supongo que porque iba con prisas y, precisamente, a enfrentarme (sí, enfrentarme) a mi familia. Qué estrés, Eru, qué estrés. Pero poco a poco fue creciendo en mí una sensación que empezó por incomodidad y que se fue convirtiendo, con cada vez que pasaba al lado, en franco mosqueo.

Hoy, he pasado con mi primo S., quien tiene una agilidad mental que ya quisiera yo para mí. Y, en un segundo, dio con la expresión de mis pensamientos, esos que yo no acaba de definir. Su enfado, más rotundo aún que el mío, quedó así expuesto en breves segundos (aunque no recuerdo las palabras exactas):

"Caramba con la Iglesia, como se las gasta últimamente. La familia importa, la familia importa... ¡menudos fascistas! A ellos la única familia que les importa es la que ellos proponen y exigen; la familia, en general, le importan un pimiento. Como la campaña esa que hicieron para que marcáramos la casilla de la Iglesia católica en la declaración de la renta "Si quieres hacer el bien, márca" (o algo así). ¿Qué pasa? ¿Qué el resto de las opciones de carácter social no son el bien? ¿Es que sólo ellos son y hacen el bien?...".

Bueno, pues eso. Estoy un poco cansada de ese totalitarismo y de lo pesados que están últimamente con su insistencia dogmática en que todos práctiquemos la doctrina del pensamiento único. De que ellos opinen constantemente desde la descalificación y el insulto, reclamando su derecho a expresarse, pero si alguien manifiesta abiertamente una opinión contraria a la Iglesia, es que están insultando y atacandoles, y se tienen que callar. Y, conste: con esto no estoy tratando de decir que la Iglesia no haga el bien, que sí que lo hace, pero no en todo, ni mucho menos.

Empezando por tratar de imponernos a todos su religión, sus valores, sus principios y su modo de vida. Y, lo siento, pero el horizonte para muchos no tiene forma de cruz.

Zirbêth.

CREO...

... que este deseo in crescendo por aprender más y más sobre la lengua y el lenguaje se ve acicatado por la manipulación y el más absoluto desprecio que veo día a día en nuestro país por el mismo. Gobierno, medios de comunicación, empresas, publicistas, trabajadores, simples ciudadanos, todos, ensucian el significado de las palabras, los utilizan para dominar nuestras costumbres, nuestros deseos, nuestras necesidades, para cambiarnos, para estropearnos, aborregarnos. La mentira y la falsedad como monedas de cambio con las que nos compran y venden, sistemáticamente,a diario, sin descanso, pero no diré sin rumbo.

El rumbo, según ellos, el futuro y la prosperidad. Lamento decir que yo sólo veo el pasado y la destrucción. Nuestra autodestrucción, para más precisión.

Zirbêth.

CASI SEIS MESES

Hace casi seis meses que volví de Valinor, que estoy en mi amada Númenor. Y, sin embargo, el azul de sus cielos me sigue resultando espectacular. Quizá sea eso la diferencia que más patente me resulta. Cada día, sentada frente al ordenador, me inclino y veo el cielo azul, inténsamente azul. Pese a la polución, azul.

En Valinor me atrapaba el verde de sus paisajes, alimentados por la persistente lluvia y sin abrasar por el sol de justicia que aquí, en la Isla de la Estrella, cada verano arrasa de amrillo los campos.

Sí. Decididamente, el azul es de Númenor y el verde de Valinor. La belleza asociada a esos dos colores.

Zirbêth.

CITA: POR UNA VEZ, DIVERTIDA, SENCILLA Y CORTA...

"Antes del amanecer, Buttercup se plantó delnate de la choza del mozo de labranza. Oyó que ya estaba despierto. Llamó. Apareció él y se plantó en la puerta. A espaldas de Westley, Buttercup logró ver una pequeña vela y libros abiertos. Él esperó. Ella le miró, y después apartó la vista.
Era demasiado hermoso.
- Te amo -le dijo Buttercup-. Sé que esto debe resultarte sorprenderte, puesto que lo único que he hecho siempre ha sido mofarme de ti, degradarte y provocarte, pero llevo ya varias horas amándote, y con cada segundo que pasa, te amo más. Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a un hombre, pero media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no era nada comparado con lo que sentí después. Más al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad. A eso se parecen tus ojos, ¿lo sabías? Pues sí. ¿Cuántos minutos hace de eso? ¿Veinte? ¿Serían mis sentimientos tan encendidos entonces? No importa. -Buttercup no podía mirarle. El sol comenzó a asomar entonces a sus espaldas y le infundió valor-. Ahora te amo más que hace veinte minutos, tanto que no existe comparación posible. Te amo mucho más en este momento que cuando abriste la puerta de tu choza. En mi cuerpo no hay sitio más que para mí. Mis brazos te aman, mis orejas te adoran, mis rodillas tiemblan de ciego afecto. Mi mente te suplica que le pidas algo para que pueda obedecerte. ¿Quieres que te siga para el resto de tus días? Lo haré. ¿Quieres que me arrastre? Me arrastraré. Por ti me quedaré callada, por ti cantaré, y si tienes hambre, deja que te traiga comida, y si tienes sed y sólo el vino árabe puede saciarla, iré a Arabia, aunque esté en el otro confin del mundo, y te traeré una botella para el almuerzo. Si hay algo que sepa hacer por ti, lo haré; y si hay algo que no sepa, lo aprenderé. Sé que no puedo competir con la condesa ni en habilidades ni en sabiduría ni en atracción, y vi la manera en que te miró. Y vi cómo tú la miraste. Pero recuerda, por favor, que ella es vieja y tiene otros intereses, mientras que yo tengo diecisiete años y para mí sólo existes tú. Mi querido Westley..., nunca te había llamado por tu nombre, ¿verdad...? Westley, Westley, Westley, Westley..., querido Westley, adorado Westley, mi dulce, mi perfecto Westley, dime en un susurro que tendré la oportunidad de ganarme tu amor.
Dicho lo cual, se atrevió a hacer la cosa más valerosa que había hecho jamás: le miró directamente a los ojos.
Y él le cerró la puerta en la cara.
Sin una palabra."
(William Goldman, La Princesa Prometida, Ediciones Martínez Roca S.A., 1990).


Bueno, vale, no es corta, jajajaja.

Zirbêth.

martes, junio 07, 2005

MENUDA RACHA

Pues sí. Y es que llevo una temporada, lo reconozco, que me enfado por todo y salto por casi cualquier cosa. Sobre todo, llevo fatal las críticas. Supongo que eso significa, para qué negarlo, que me siento insegura. Eso debe de hacer que la gente me vea categórica, por ejemplo. Me he dado cuenta gracias al hecho de ver a mi familia y poder ver en acción eso que tenemos en común: reafirmar nuestro ego hasta resultar insoportables.

En fin, mis disculpas. Trataré de controlarlo.

Zirbêth.

lunes, junio 06, 2005

VARIOS

1. Este calor me está matando. Me había desacostumbrado yo ya, y no veas que mal lo llevo. Si hasta jaqueca me da. Me derrito por los rincones. Si, al menos, perdiese peso... pero nada, sólo líquidos.

2. Mi cuarto está caótico. Los intentos por ordenarlo sólo sirven para sacar a relucir más caos y más desorden. Fiel reflejo de mi interior, como siempre. A ver si lo ordeno, eso y el resto de la casa, porque el orden externo, a su vez, es reflejo del orden interno. Menudo tesoro estoy hecha.

3. Necesito una dieta de verdad, como las que hacía con aquel médico especialista en medicina deportiva y nutrición. Eso y hacer algo de ejercicio. Alguien con quien salir a pasear, largos paseos, a la hora que fuese. Para ciertas cosas me temo que el sexo no basta, jejeje.

4. Soy la bohemia de la familia, por el momento. Hay algún otro primo que apunta maneras, pero está por verse. Varios de mis primos están a punto de casarse, todos más jóvenes que yo al menos tres o cuatro años. Me observan con mirada interrogante: no seóres, yo sigo siendo la rara de la familia, la que con treinta y dos años no se ha asentado en ningún sitio, no tiene pareja estable, así que mucho menos me voy a casar... Si eres de mi familia, la única forma de vida que contará con aprobación será la que siga estos cánones. Por eso, soy y seré siempre la bohemia de la familia, es decir, la oveja negra. Casi que me alegro, porque no veas...

5. ¡Hombres solteros encantadores del mundo! ¿Dónde os metéis? En fin, andaré por aquí...

6. Parece que, ya que anochece, un sutil airecillo ha decidido correr. Mi vecino de enfrente va desnudo de cintura para arriba. Yo ando en camisetita de tirantes y calzoncillos y aún tengo el pelo húmedo de cuando me duché al volver del hospital. Veo mi imagen reflejada en el espejo del armario que tengo a la izquierda y no puedo evitar cierto disgusto por la imagen devuelta. Estoy sola en casa y creo que me voy a poner a traducir un rato. Passsta, necesito passsssta.

Zirbêth, descentrada.

DUDA EXISTENCIAL

¿Por qué hace veinseis años yo recibía clases de ética en mi colegio de monjas, y ahora no te dejan elegir ética como opción a la religión en los colegios públicos?

Tengo la sensación de que vamos para atrás como los cangrejos...

Zirbêth.

RESACA

Tengo la cabeza como un bombo, y ya van dos días. Supongo que es cosa del calor y de lo mal que duermo, porque salvo agua y alguna fanta (marca la pava) no he bebido nada desde hace bastante. Ayer volví del hospital, de visitar a la abuela, absolutamente agotada. Me comí una hamburguesa y me fui a dormir. Me despertaron el calor y las ganas de ir al baño (es lo que tiene beber seis litros ade agua al día). Abrí la ventana, dejé la puerta abierta para que corriese el aire, me puse tapones de los oídos y cerré los ojos. Algo que me tocaba me hizo pegar un bote de varios cms en vertical. A saber que cara tenía para que el elfo me hubiera seguido hasta mi cuarto. Claro, por los tapones no le había oído cuando varias veces me preguntó que si estaba bien, así que me tocó para asegurarse. Me desvelé.

Ducha fresquita y a la cama, a tratar de dormirme. Dos horas y media de lectura necesité para conciliar el sueño. Ya sólo me quedan ciento cincuenta páginas (o menos) del libro de Nerópolis (donde, que cosas, anoche leí sobre augures y auríspices, más valorados los primeros que los segundos, y sobre que, a falta de los pájaros adecuados, en los ejércitos siempre se valían de pollos a la hora de leer las entrañas en busca de alguna pista sobre la suerte de la batalla).

He tenido sueños inquietos, sobre vampiros y cosas por el estilo, aunque todo empezó, para variar, como una supuesta partida de rol algo demasiado realista. Bastante normal, vamos. Tengo resaca.

Resaca emocional, resaca de tensiones, que son lo que me deja hecha un trapo. Como le comentaba a un amigo el otro día, puedo pintarme la casa y luego irme de cervezas, pero las tensiones emocionales me dejan tirada hasta varios días. El post ¿verdad o mentira? fue el inicio de una carta, aunque cuando empecé a escribirlo no lo sabía. Esa carta ha sido una especie de resumen/intento de poner por palabras aquello que tan cabreada me tiene. El post vino provocado por una de esas situaciones en las que, por lo general, me retiro para evitar en parte estas resacas. Pero por más que trato de ver la razón en, por esta vez, haber exigido ser yo en vez del contrario la primera en la cola, no consigo sentirme bien con lo hecho. Creo que tengo razón, que es lo correcto lo que he hecho, pero el resultado es dos días (de momento)de no sentirme bien, porque hay algo que está ahí y no cambia, y es que este tipo de situaciones me dejan más cansada que pintar cuatro casas. Cuando uno sabe de sus puntos débiles y, aún así, los fuerza, suele salir mal parado.

Estoy, por tanto, agotada. Encima duermo fatal, y dormir mucho es lo que me suele sacar de estos agotamientos. Espero que algo bueno salga de esa carta donde explicaba mi enfado. Al menos, de algún modo, lo he sacado un poco de mí. Todo esto es aún, me temo, una herida sangrante. Aunque ya no esté enamorada de él ni le quiera de ese modo. Siento como si los últimos acontecimientos estuviesen embarrando incluso los recuerdos felices.

En fin, hoy toca pago de alquiler (que ilusión más loca) y me voy al hospital, otra vez. Hoy la soledad me pesa como una losa. Aunque, la verdad, tampoco es que me apetezca demasiada compañía. No me entiendo ni yo...

Zirbêth.

domingo, junio 05, 2005

A VECES...

A veces me gustaría ser una de esas personas que nunca dudan de que ellos y sus intereses están por encima de todo lo demás, que actuar en su beneficio es lo correcto, que mostrar empatía es cosa de débiles y de fracasados.

A veces, me gustaría no tener conciencia.

Zirbêth.

sábado, junio 04, 2005

UN REPASILLO

Creo que toca ya volver a repasar la lista de buenos propósitos que hice hayá por diciembre. Estoy viéndolo venir...

- Estudiar y sacarme las oposiciones: bueno, estudio, seguro que podría estudiar más (o mejor, no todo es cuestión de cantidad) y si apruebo o no, ya se verá.
- Volver a hacer ejercicio: ejem, bueno, estuve un mes en el gimnasio, luego se me acabaron las pelas para ese tipo de dispendios. ¿Cuénta el sexo a más de 30º como ejercicio físico?
- Leer mucho más ensayo, sobre todo filosofía: ese si lo voy cumpliendo, aunque no sea tanto de filosofía como de pedagogía y demás asuntos relacionados.
- No volver a trabajar para empresas podridas: esa la voy cumpliendo. ¿Debería considerar al Estado como una empresa podrida? Ummmm.
- No volver a comer ni beber productos de esas mismas empresas podridas: bueno, casi no he incurrido en estos delitos, salvo ocasiones contadas.
- Ser consumidora responsable y no compulsiva: hace falta esforzarse más, todavía hay momentos de debilidad.
- Desarrollar más mi sentido crítico: ¿se termina esto de hacer en algún momento? Eso sí, a lo mejor un día me mandan a la mierda.
- Mimar a quienes tengo alrededor: siempre se puede mimar más, pero creo que voy cumpliendo. Debería mimar más a mi mami.
- Tener más vida social, no aislarme: esta va con nota, creo yo. He hecho un montón de amigos últimamente.
- Ser feliz siempre que sea posible: en ello estoy, últimamente más y mejor.
- Mentir lo menos posible, especialmente a mí misma: en esta me voy a suspender, aunque perdonadme si no comento los ejercicios que están mal...
- Estudiar inglés y buscar a alguien con quien hablar para no perder fluidez: estudio inglés (no me queda otro remedio), me he sacado el Advanced Certificate in English de Cambridge y, bueno, lo hablo cuando puedo (¿verdad, Fiz?).
- Recuperar lo que sabía y aprender más sobre costura: ¡¡¡¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiii!!! Jo, como disfruté haciéndome mi traje grecorromano y el disfraz de Padme para el estreno...
- Escribir: terminar esos dos relatos empezados (uno podría llegar a ser una novela), escribir los dos que tengo pensados de temática tolkiniana y la obra de teatro: escribo, pero sólo en el blog, y menos. Sigue aplazado hasta final de exámenes.
- Animarme a enviar algún relato a algún concurso: Idem, para después de las oposiciones.
- Cocinar y comer sano siempre que sea posible: ejem, corramos un estúpido velo. Como mejor que en Inglaterra, que duda cabe, pero vamos...
- Viajar: para visitar amigos, para refrescar la memoria, para descubrir nuevos lugares: Aish, otra de esas cosas pospuestas, aunque haya dado un saltito hasta un pueblo perdido de Castellón. En julio, Sigüenza, y luego, ya veremos. El viaje sentimental a Gerona, este verano, con Tirwen.
- Ir al dentista: Suspensa, después de exámenes.
- Hacer una base de datos con mis libros: Va a tener que esperar a que los pueda sacar de las cajas...
- Volver a leer El Señor de los Anillos, El Hobbit, El Silmarillion, y algún libro nuevo de Tolkien: Ya me estoy leyendo El señor de los anillos, en inglés, además. Pero está apartado hasta después de los exámenes.
- Volver a jugar a rol, e ir a Revs: Aún a riesgo de repetirme, ¡¡¡Síiiiiiiiiiiiiiiii!!! Pedazo de Efeyl 2005.
- Hacer el curso de corrección de textos y uno de traducción: para el segundo semestre.
- Intentar meter una zarpa seria en el mundo de la traducción y la corrección: Algo se está cociendo, ya os contaré tras las oposiciones...
- En Septiembre: volver a estudiar: Filología Hispánica estaría muy bien: Aunque me huelo que va a ser Filología Inglesa, no Hispánica. Todo se andará.
- No confundir constancia con obstinación, amor con miedo a la soledad: Esta me la apruebo, así, por que soy muy chula.
- Mirar hacia delante, sin perderme el presente: Aún hay que pulir esto mucho más, Zirbêth.
- Pagar deudas, según vaya pudiendo: Ya he pagado una, de las más gordas, pues era económica y moral, todo en una. Ahora, a seguir.
- Disfrutar de Madrid: sus museos, sus calles, sus teatros, sus gentes, sus espacios naturales, etc.: Cada vez que puedo. La última, el Museo Arqueológico, la anterior, el Templo de Debod. Y muchas otras (aunque no tantas como quisiera).
- Iniciarme en algún nuevo idioma: tras la opos, nuevamente.
- Ir a Gerona. Aunque sea sóla y sólo un fin de semana, pero ir a Gerona: Como ya he dicho, este verano, con Tirwen (por mí, que se apunte quien quiera, ¿eh?).
- Tratar de cumplir mis propóstos de Año Nuevo...: pues lo dicho.

En fin, podría ir mejor, pero también podría ir mucho peor. Aún quedan más de seis meses por delante. ¡Quién lo diría! Y que barbaridad, cuánto han cambiado las cosas en tan poco tiempo.

Si apruebo las oposiciones, a saber dónde me mandan y que podré hacer. Si suspendo, que no cunda el pánico. Ya tengo trabajo de traductora, así que seguiré sobreviviendo. Buscaré trabajo en un cole, haré cursos, la Escuela de Idiomas... En el peor de los casos, me vuelvo a Valinor, o me voy a algún otro país de habla inglesa. En fin, que la vida sigue, pero yo tengo la sensación de que apenas acaba de comenzar.

Zirbêth.